La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, advirtió este miércoles que mantendrá su postura crítica frente al gobierno, pese a las “amenazas” que asegura han recibido ella y su familia.
“Seguiré peleando. Si me van a destituir, que lo hagan, con todas las amenazas que me han ofertado, que le han ofertado a mi familia, seguiré”, desafió Ortega este miércoles en una entrevista con la televisora venezolana Venevisión.
La fiscal enfrenta un proceso de destitución en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), planteado por un legislador oficialista que la acusa de mentir en señalamientos contra los magistrados de esa corte, que según la oposición está al servicio del presidente Nicolás Maduro.
“Tengo un compromiso con el país (…). Voy a seguir en esta lucha, no me van a detener, seguiré denunciando”, añadió Ortega, que en las últimas semanas multiplicó las imputaciones contra militares y personas cercanas al gobierno por presuntas violaciones de derechos humanos y por corrupción.
Veterana chavista, la fiscal rompió hace casi cuatro meses con el gobierno de Maduro, al que acusa de haber roto, junto con el TSJ, el orden constitucional.
En medio de ese enfrentamiento, Ortega sostiene que en Venezuela se ha instalado un “terrorismo de Estado”, y pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) medidas cautelares para ella, su familia y los funcionarios del Ministerio Público, alegando amenazas.