Seguidores del gobierno venezolano hirieron el miércoles a siete diputados, tres de los cuales quedaron sangrando por la cabeza, al irrumpir violentamente en la sede del Parlamento de mayoría opositora, bajo asedio de oficialistas durante nueve horas.

Con palos y tubos, un centenar de personas, algunas encapuchadas, entraron al Palacio Legislativo, en sesión solemne por el Día de la Independencia, y detonaron bombas de estruendo en jardines y pasillos, creando pánico y caos.

Los opositores al gobierno de Maduro difundieron imágenes en redes sociales de las agresiones, especialmente de los diputados Américo de Grazia y Armando Armas, quienes resultaron visiblemente heridos.

Diputado Américo De Grazia | Agence France-Presse
Diputado Américo De Grazia | Agence France-Presse

Entre el humo de los explosivos, golpearon a los diputados y a otros funcionarios, y obligaron a periodistas a bajar sus cámaras y abandonar el sitio, sin que fueran contenidos por la Guardia Nacional.

Cinco de los asambleístas heridos fueron hospitalizados, el más grave Américo de Grazia que convulsionó y sufrió una gran herida en la cabeza.

Diputado Américo De Grazia | Agence France-Presse
Diputado Américo De Grazia | Agence France-Presse

“Esto no duele más que ver todos los días cómo perdemos el país”, declaró Armando Armas en una ambulancia con la cabeza vendada.

Manchas de sangre quedaron en las paredes. Para resguardarse, trancaron las puertas de algunos salones con alfombras y muebles. Varios vehículos sufrieron destrozos y a algunos diputados les rasgaron sus ropas.

Diputado Armando Armas  | Agence France-Presse
Diputado Armando Armas | Agence France-Presse

El jefe legislativo Julio Borges calificó como un “secuestro” el asedio registrado tras la incursión, que mantuvo encerradas a unas 350 personas entre legisladores, periodistas e invitados, hasta caer la noche.

Venezuela vive desde hace tres meses protestas que dejan 91 muertos, en las que los opositores exigen la salida del presidente Nicolás Maduro y rechazan su llamado a una Asamblea Constituyente, en medio de la devastadora crisis económica.