No cabe duda que si algo no les faltó a los Nazi durante su intento de dominar el mundo a mediados del siglo XX fue imaginación. Desde la creación de armas nunca vistas como el mortífero misíl de largo alcance V2, hasta historias dignas de Indiana Jones, como su intento de encontrar al Yeti o el Santo Grial, las tropas de Hitler evaluaron cada posibilidad de ganar ventaja en su guerra contra los Aliados.

Pero uno de sus planes desconocidos hasta ahora fue que, entre sus acciones proyectadas en América, estaba una de proporciones épicas… hacer colapsar el canal de Panamá.

Pero si el Führer no contaba con algo, era con que sus intenciones se verían frustradas por uno de los entonces más modestos de los países latinoamericanos: Chile.

Si bien Chile era parte de las fuerzas aliadas desde 1943 -e incluso sufrió la muerte de 27 marinos luego de que uno de sus barcos fuera torpedeado en las costas de Estados Unidos- su participación se había traducido más bien en apoyo logístico y de recursos.

O al menos eso creíamos. Tal como se reveló la semana pasada, ya en 1941 la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) había formado el Departamento 50, una unidad secreta destinada a seguir los pasos y comunicaciones de los espías nazis. No sólo eso, los sabuesos también debían contrarrestar la propaganda destinada a formar a jóvenes paramilitares en nuestro país, y que entre sus mayores éxitos registró el arresto de 40 personas, así como la confiscación de armas de grueso calibre y más de 50 mil municiones.

Departamento 50 | Archivo Nacional
Departamento 50 | Archivo Nacional

“Los jóvenes y niños de Chile merecen saber qué hizo este puñado de detectives para frenar al nazismo que irradiaba sus tentáculos en casi todo el continente (…) Estamos haciendo historia con este gesto”, dijo Héctor Espinoza, director de la PDI, durante el acto de entrega de los documentos.

Y entre ellos, uno destaca por las implicancias que pudo tener de haberse llevado a cabo. Se trata de un plan para instalar bombas en el canal de Panamá, que por entonces no tenía más de 30 años de funcionamiento y ya se había demostrado crítico para facilitar la navegación mundial, llevando barcos entre los océanos Atlántico y Pacífico.

De haberlo logrado, quizá otra pudo haber sido la historia.

Chilenos contra chilenos

Portaaviones USS Ranger atraviesa en canal de Panamá | Wikimedia Commons
Portaaviones USS Ranger atraviesa en canal de Panamá | Wikimedia Commons

Aunque los documentos no ofrecen grandes detalles técnicos respecto del frustrado ataque, el museo Smithsoniano de Washington destaca que esta fue concebida por una célula de agentes nazis apostados en Valparaíso.

Con 77 kilómetros de extensión, el canal de Panamá fue abierto por Estados Unidos para facilitar el intercambio comercial entre sus costas, sin embargo durante la Segunda Guerra Mundial cumplió un rol inapreciable en el transbordo de barcos de guerra, tropas e insumos hacia los frentes de batalla en Europa y Asia.

La acción para dejar quedó sin efecto cuando el Departamento 50 de la PDI, logró desmantelar dos células de espías nazis en Chile, comunicando a las fuerzas aliadas sus intenciones.

“Si hubieran logrado su cometido, no sólo habría cambiado la historia de Chile sino la del mundo entero. No creo estar equivocado al decir que los 22 agentes del Departamento 50 realmente hicieron historia”, destacó Espinoza.

Los documentos, actualmente en exhibición en Santiago, se pueden revisar a través de internet y fueron calificados por la directora Nacional de Archivos, Emma de Ramón Acevedo, como papeles “originales y confiables”, indica el diario británico The Telegraph.

Pese a la distancia entre Chile y Europa, las acciones del Departamento 50 no fueron en absoluto fáciles. Debido a la gran cantidad de inmigrantes alemanes y sus descendientes, tanto Chile como Argentina fueron terreno fértil para la ideología nazi previo y durante la Segunda Guerra Mundial.

Grupos Nazi en Chile | Departamento 50 | Archivo Nacional
Grupos Nazi en Chile | Departamento 50 | Archivo Nacional

Según rescata la cadena alemana Deutsche-Welle (DW), algunos de estos partidarios montaron un centro de telecomunicaciones clandestino, con el cual interceptaban los mensajes de las flotas aliadas que cruzaban el estrecho de Magallanes y luego los transferían en clave al comando nazi.

El Departamento 50 logró descubrir este centro y clausurarlo. De la misma forma, decomisaron miles de dólares en dinero en efectivo y también los detalles de un plan para desplegar bombas en el norte de Chile.

Para el diputado Gabriel Silber, uno de los impulsores de la liberación de estos archivos, los documentos pueden tener consecuencias imprevisibles en la actualidad.

“Quizá a partir de hoy, tengamos que enfrentar una verdad incómoda respecto de que, desafortunadamente, hubo algunas personalidades políticas y de negocios que apoyaron a los nazis desde Chile”, sentenció.