Los 9 bolivianos, detenidos hace 101 días en Chile y condenados por robo y contrabando, retornaron el miércoles a su país tras ser expulsados y se reunieron con el presidente Evo Morales, quien asumió en persona la campaña por su liberación.

“La detención carcelaria, la alimentación precaria, no había sido gratis. Algunas autoridades de Chile nos hicieron pagar 50 mil dólares. No estamos reclamando, pero imagínense cómo es la injusticia”, aseguró Morales en la ocasión.

Igualmente, el mandatario altiplánico reiteró que la detención de sus connacionales fue una venganza de las autoridades chilenas, en respuesta a la demanda por una salida al océano Pacífico presentada ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con sede en la ciudad neerlandesa de La Haya.

“Por fin retornaron, estamos felices, pero eso nos da más fuerza para seguir unidos luchando para que Bolivia vuelva al mar con soberanía, porque son una venganza de algunas autoridades de Chile”, agregó.

Los 7 funcionarios de Aduanas en Bolivia y los 2 militares, fueron encontrados culpables de contrabando, robo con intimidación y porte ilegal de armas (este último delito sólo para los uniformados).

Aunque los delitos conllevan penas de cárcel, el Tribunal de Garantía de Pozo Almonte también entregó el beneficio de una pena sustitutiva, que determinaba la expulsión de los bolivianos de territorio chileno, previo pago de una multa de 50 mil dólares, la que fue cancelada por el Gobierno de Bolivia.