México manifestó este domingo su rechazo a la violencia registrada en manifestaciones en Venezuela, en particular el ataque que habría sido lanzado contra oficinas del líder opositor Henrique Capriles.

“El gobierno de México expresa su rechazo a los hechos de violencia registrados en los últimos días en la República Bolivariana de Venezuela y que, entre otros, causaron daños a instalaciones públicas y oficinas del gobernador Henrique Capriles“, señaló un comunicado de la cancillería.

El sábado hubo una multitudinaria manifestación en Caracas durante la que hubo choques entre grupos de civiles armados con piedras y fuerzas del orden, que hicieron uso de gases lacrimógenos, chorros de agua y balas de goma.

El balance inicial es de 17 heridos.

Capriles, gobernador del estado de Miranda, denunció que, tras la manifestación, el edificio donde realiza sus actividades políticas fue “atacado con bombas“.

El comunicado de la cancillería mexicana llamó a gobierno y oposición a “que se abstengan de recurrir a la violencia o la provocación y resuelvan sus diferencias por medios pacíficos“.

El gobierno mexicano también subrayó la necesidad de que se alcance “un acuerdo político nacional que permita a los venezolanos recuperar la normalidad democrática en el país“.

México, cuya política exterior le impide pronunciarse sobre asuntos internos de una nación, se mantuvo al margen de la crisis política venezolana, hasta que en las últimas semanas encabezó en la Organización de Estados Americanos (ORA) una iniciativa de 14 países para que se emita una resolución sobre la situación en el país caribeño

La del sábado fue la cuarta marcha opositora desde en una semana en rechazo a dos fallos con los que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) se adjudicó temporalmente los poderes del Parlamento y retiró la inmunidad a los diputados.

Esas sentencias del TSJ fueron anuladas parcialmente tras un fuerte rechazo internacional, pero han continuado las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro, quien por su parte denuncia un intento para derrocarlo.