El gobierno de Venezuela ordenó la semana pasada confiscó 3,8 millones de juguetes a una de las principales distribuidoras del país -a la que acusa de acaparamiento- para venderlos en sectores populares.

Los niños y niñas de la patria van a tener una Navidad feliz”, dijo a periodistas William Contreras, jefe de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), tras el operativo.

“Vamos a garantizarles su Niño Jesús (regalo navideño)”, añadió Contreras.

Dos gerentes de la empresa Kreisel, acusada además de fraude y boicot económico, fueron detenidos, mientras que la Sundde pidió que se prohíba la salida del país a los dueños.

Contreras aseguró que productos importados entre 2008 y 2014 estaban almacenados en depósitos de Kreisel para ser comercializados con sobreprecios de hasta 34.000%.

“San Nicolás con bigote”

El decomiso de estos juguetes fue comentario obligado para el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien afirmó que el procedimiento se efectuó de manera legal y que la empresa había cometido acaparamiento y especulación de precios, consignó diario Clarín de Argentina.

Maduro indicó que repartirán los juguetes entre la población, por medio de diferentes centros de abastecimiento para la población, dispuestos para subsanar la escasez que sufre el país llanero.

“En Venezuela llega el Niño Jesús, no le hagan carta a Santa Claus porque no les va llegar nada, les llega el Niño Jesús. En todo caso San Nicolás es el que puede llegar, eso sí sin barba, San Nicolás con bigote. Aunque si yo me dejara barba me saldría blanca”, agregó el mandatario.