Castro y Guevara fueron presentados el 7 de julio de 1955 por Raúl Castro, hermano menor del líder cubano, cuando el argentino era amnistiado en Cuba tras ser condenado por haber dirigido el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953.

La afinidad entre ambos generó rápidamente un fuerte lazo que comprometía fundamentalmente sus ideales, según señala el medio La Nación de Argentina.

Ejemplo de ello es que a las dos semanas de conocerse, Castro invitó al “Che” a unirse al Movimiento 26 de Julio como médico, y más tarde Guevara se entusiasmó y se aprestó a entrenar con los revolucionarios que pretendían desembarcar en la isla para derrocar a Fulgencio Batista.

La amistad entre el cubano y el argentino aumentaba, así fue como al año siguiente, en junio fueron arrestados por la policía mexicana, donde los interrogaron y el argentino admitió ser “comunista”, lo que hizo más difícil su libertad.

Según consigna el medio, en entrevista Arístides Rondón Velázquez, profesor jubilado de Historia de Cuba en la Universidad de Ciencias Pedagógicas Félix Varela, “a todos los expedicionarios detenidos los liberaron por gestiones que hizo el presidente de México, Lázaro Cárdenas, menos al argentino. Quedó detenido allí junto con Fidel. «Vete, que yo busco la manera de llegar a Cuba», le dijo, pero allí Fidel da la primera muestra de amistad y reconocimiento. Le puso la mano en el hombro y le dijo: «Yo no te dejo». Y puso en peligro la salida de la expedición, pero no dejó al argentino”.

El compromiso y cariño que se forjó en el tiempo que estuvieron juntos en la lucha se demostró públicamente.

“Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento, será para este pueblo y especialmente para ti”, leía Castro el 3 de octubre de 1965 en La Habana, en la carta de despedida de su amigo Ernesto Che Guevara, quien ya viajaba rumbo a Bolivia.

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