Un niño de 13 años está en el centro del debate público en Argentina, luego de que disparara y matara a un hombre que había ingresado a su hogar a robar en la localidad de Francisco Álvarez, al interior de la provincia de Buenos Aires.

El hecho se registró la jornada del miércoles, cuando 5 individuos ingresaron a su hogar con la intención de sustraer especies o dinero en efectivo. Además también agredieron a la dueña de casa y madre del niño cuando cometían el ilícito.

Al percatarse que su madre estaba siendo agredida, el niño bajó al primer piso del inmueble, tomó una pistola que su padre tenía para defensa personal, se dirigió hacia los ladrones y disparó “como si fuera un juguete”, impactando a uno de los delincuentes, que murió en el lugar.

“Lo único que hizo fue apuntar como si fuese una pistola de juguete o de PlayStation y apretar el gatillo. El arma tenía una bala en la recámara y estaba lista para disparar; es para defensa”, relató Marcelo Salinas, papá del niño, consigna La Nación de Argentina.

Cuando el ladrón vio al niño portando una pistola respondió usando su arma de fuego, pero la bala del ladrón rebotó contra la pared y después rozó contra el hermano menor del dueño de casa, sin alcanzar a herir a nadie.

El hombre muerto fue identificado como Pablo Andrés González de 37 años y sólo tenía antecedentes de delitos menores cuando era adolescente, mientras sus 4 compañeros huyeron del lugar tras la balacera.

El fiscal que investiga el caso comentó que pese a que el niño es inimputable -al ser menor de 16 años- el hecho evidentemente califica como de “legítima defensa” y no como “ajusticiamento”, por lo que será sobreseído cuando finalicen las pericias.

Un dato que no deja de llamar la atención es que este ladrón es el número 20 que muere por acción de un civil que repele el ilícito en la provincia de Buenos Aires.