El empresario boliviano Samuel Doria Medina, eterno rival electoral del presidente Evo Morales, fue imputado por delitos económicos mientras ejercía como ministro en 1992, informó este viernes la Fiscalía General.

El empresario, que fue ministro de Planificación, fue acusado ante una sala penal del Tribunal Supremo de Justicia por la supuesta comisión de los delitos de incumplimiento de deberes, contratos lesivos al Estado y conducta antieconómica, señaló la Fiscalía en un comunicado.

Junto con Doria Medina están imputados otros nueve políticos de la época por un caso de “formación de capital en áreas secundarias”.

Doria Medina se perfila como candidato presidencial en 2019, elecciones en la que Morales no puede buscar la reelección.

El fiscal José Manuel Gutiérrez declaró que para el empresario también se solicitaron a la justicia “medidas cautelares personales”, que implicaría arraigo o detención domiciliaria preventiva.

La fiscalía presentó “imputación formal” contra otros funcionarios de la década 1990 por la privatización de una red de ferrocarriles.

“Se trata de un proceso que el MAS (Movimiento Al Socialismo, el partido de Morales) viene promoviendo hace tres años y como no hay ninguna prueba de manejo antieconómico, ha resuelto enjuiciar a Samuel por ‘incumplimiento de deberes"”, sostuvo la Unidad Nacional (UN), el partido de centroderecha de Doria Medina.

Para la UN “se trata de una acción netamente política”. La oposición evocó que la Fiscalía imputó en marzo al gobernador de Santa Cruz, el opositor y también potencial candidato presidencial, Rubén Costas, por la supuesta malversación de dinero público en la compra de 40 vehículos en 2007.

Doria Medina, empresario de los rubros de turismo e inmobiliario, anunció este viernes que compró el 80% de un lujoso hotel en Santa Cruz, en una operación que supera los 38 millones de dólares, según cálculos de prensa.

El empresario fue derrotado por Morales en las elecciones de 2005, 2009 y 2015, mientras Morales, en el poder desde 2006, cabalga sobre una holgada aceptación ciudadana (52%), pese a perder un referendo en febrero en el que buscaba ser autorizado para postular en 2019 a un cuarto período.

Morales ya ha descartado postularse a una nueva reelección, tras concluir su actual mandato en enero de 2020.

Sin embargo, tanto su vicepresidente Álvaro García como sectores sociales afines promueven que se presente a un nuevo período, lo que requeriría de una modificación constitucional.