El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, realizó su último discurso como mandatario ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), este martes, donde se refirió al conflicto en Siria y a la democracia a nivel global.

En su oratoria, Obama destacó la diversidad como un valor de la democracia, afirmando que las democracias deben avanzaron hacia la integración de todos los caminos de la sociedad, asegurando que es la línea que ha seguido Estados Unidos, tomando como ejemplo su elección como el primer presidente afroamericano y la mayor participación de mujeres en cargos públicos.

De igual modo, aseguró que Estados Unidos no es la única nación donde la participación democrática abarca a más sectores de la sociedad.

Japón, Chile, Indonesia y Botswana son ejemplos de países que han tenido éxito y donde los ciudadanos se han hecho parte del Gobierno”, dijo Obama.

Críticas a Rusia

El discurso de Obama tuvo lugar poco después que cancilleres de 23 países realizaran una reunión de urgencia en un hotel de Nueva York para tratar de mantener de pié el endeble cese del fuego negociado por Estados Unidos y Rusia y que duró escasamente una semana en Siria.

Sin embargo, en su pronunciamiento Obama no ahorró críticas a Moscú, su principal asociado para hallar una salida a la tragedia siria.

De acuerdo con Obama, Rusia busca recuperar “su gloria pasada por la fuerza”, y ello pone presión en las relaciones internacionales.

“Si Rusia continúa interfiriendo en los asuntos internos de sus vecinos, eso podrá ser popular en su país. Podrá impulsar fervor nacionalista por algún tiempo. Pero con el paso del tiempo, también va a disminuir su estatura y hacer que sus fronteras sean menos seguras”, dijo Obama.

El presidente estadounidense también pidió a la comunidad internacional que fortalezca sus esfuerzos en favor de los millones de refugiados.

“Juntos tenemos que abrir nuestros corazones y haber más para ayudar refugiados que están desesperados por un techo“, dijo Obama.

La comunidad internacional, añadió, debe recibir de brazos abiertos las declaraciones de intención en ayudar. “Pero tenemos que ir a fondo, aún cuando las políticas sean difíciles. (…) Debemos imaginarnos como sería con nuestra familia, con nuestros hijos”, acotó.