El presidente Nicolás Maduro denunció una “arremetida global” contra una Venezuela agobiada por la crisis económica y política, tras asumir este sábado la presidencia del Movimiento de Países No Alineados (NOAL) durante una cumbre en Isla Margarita.

“Venezuela está enfrentando una arremetida global que es contra toda América Latina y el Caribe, una arremetida que pretende reimponer, recolonizar la política, la economía, la cultura y la vida de nuestros países”, afirmó Maduro.

El mandatario socialista, que enfrenta los planes de la oposición para someterlo a un referendo revocatorio, agregó que esa “ofensiva imperialista” pretende “socavar los avances y los logros de la revolución bolivariana” que inició el fallecido líder Hugo Chávez.

Ante los presidentes y delegados de los 120 países del NOAL, Maduro sostuvo que la arremetida se lleva a cabo de forma no convencional, a través de una “guerra económica”, una tesis que viene defendiendo ante el deterioro económico de la nación con las mayores reservas mundiales de crudo.

Golpeada por la caída del ingreso petrolero, Venezuela redujo drásticamente sus importaciones lo que ha derivado en escasez de alimentos y medicinas, al tiempo que la inflación está disparada y podría superar el 700% al final de este año, según el FMI.

Maduro dijo que el gobierno ha logrado detener “la guerra económica” y que “más temprano que tarde” terminará derrotándola.

“Venezuela saldrá airosa de todos estos métodos que pretenden disminuir su capacidad de independencia y soberanía”, destacó.

Durante su intervención, también volvió a denunciar el “golpe de Estado parlamentario” en Brasil, a raíz de la destitución de la presidenta Dilma Rousseff por supuesta manipulación de cuentas públicas.

“Ahora se pretende perseguir y meter en la cárcel a uno de los grandes líderes del nuevo mundo, el presidente Lula de Brasil”, comentó Maduro, en alusión a los señalamientos de la fiscalía brasileña contra el exmandatario (2003-2010) por presunta corrupción.

“Haremos todo lo que haya que hacer para que el pueblo de Brasil rescate sus caminos de lucha popular y democracia (…), y se respete el liderazgo auténtico de la presidenta Dilma, y del presidente Lula”, enfatizó.