La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, llamó el martes a sus seguidores a “resistir” junto a ella el juicio de destitución que enfrenta en el Senado, que entra esta semana en su fase final.

“Vamos todos juntos a resistir”, arengó la mandataria frente a centenas de seguidores en un auditorio en Sao Paulo.

Con los Juegos Olímpicos en el pasado, Brasil enfrenta los próximos días un capítulo clave de su historia: el Senado juzgará a la presidenta Rousseff por manejo irregular de las cuentas públicas.

El proceso, que comenzó en diciembre de 2015, abrirá su fase final el jueves y concluirá la próxima semana con el voto de los 81 senadores, que decidirán luego de oír los alegatos de Rousseff si ella debe ser destituida, un destino que parece irreversible.

“Esta lucha no tiene fecha para terminar”, advirtió este martes la primera mujer en llegar a la presidencia de Brasil.

“Una de las cosas que aprendimos con todo esto es que la democracia no está garantizada como pensábamos, tenemos que estar atentos para no perder lo que ganamos”, continuó Rousseff entre los aplausos de unos 1.500 representantes de movimientos obreros, estudiantiles y artísticos, según los organizadores del acto.

Si es hallada culpable de haber violado la Constitución al aprobar gastos a espaldas del Congreso y manipular las finanzas públicas, Rousseff perderá su cargo y quedará inhabilitada para la función pública por ocho años.

Según todos los sondeos realizados en el Senado, esta economista y exguerrillera no cuenta con los votos necesarios para volver a la Presidencia, actualmente ejercida interinamente por su vicepresidente y exaliado político Michel Temer.

En su intervención final, prevista para el lunes 29 de agosto, Rousseff intentará convencer personalmente a los legisladores de que es inocente, alegando que es víctima de un “golpe parlamentario”.

Pese a que los cálculos no están a su favor, Rousseff reiteró que no se rendirá.

Yo luche la vida entera: contra la tortura, contra un cáncer… y voy a luchar ahora contra cualquier injusticia“, aseveró.