Padres de siete niños llevados ilegalmente desde Estados Unidos a Brasil pidieron este lunes al secretario de Estado, John Kerry, apoyar la implementación de sanciones contra el país suramericano, presionando por el retorno de sus hijos.

“Cualquiera de nuestros casos podría (y de hecho debería) activar acciones, incluyendo sanciones financieras”, dijeron los padres en una carta a Kerry, llamando al jefe de la diplomacia estadounidense a aplicar una ley de 2014.

Los niños viven en Brasil tras ser sacados de Estados Unidos por uno de los padres en violación de los acuerdos de custodia legal.

El Congreso aprobó la ley Goldman por el niño Sean Goldman, que fue restituido de Brasil a Estados Unidos en 2009 después de una feroz batalla legal de casi seis años que motivó elevadas tensiones diplomáticas entre Washington y Brasilia.

En su forma más severa, la norma prevé que Estados Unidos retire de sus programas bilaterales de ayuda en seguridad, economía o desarrollo a países que incumplan sus compromisos con la Convención de La Haya sobre Sustracción Internacional de Menores.

En la carta, los padres piden a Kerry que “aumente sustancialmente la presión diplomática y económica al gobierno de Brasil para que cumpla sus obligaciones de la convención, aplicando la opción de sanciones” previstas en la ley.

Según el Departamento de Estado, Brasil tiene 13 casos pendientes de niños estadounidenses raptados por más de dos años, algunos por hasta ocho años.

Uno de los firmantes es el médico estadounidense Chris Brann, cuyo hijo Nicolas se encuentra en Brasil en compañía de su madre después de ser sacado de Estados Unidos en 2013 con el compromiso legal de retornar.

Otro es Kelvin Glenn Birotte, cuyo hijo Kelvin está en Brasil desde 2006.

Y sin embargo, el Departamento de Estado no ha aplicado las sanciones previstas en la ley Goldman, apuntaron.

“No sorpresivamente, el gobierno de Brasil sigue ayudando a padres que raptan a sus hijos (…) burlándose tanto de la Convención de La Haya como de la ley Goldman”, dice el texto.

“Nuestros niños secuestrados desesperadamente necesitan su ayuda”, dijeron los padres, todos hombres, en su carta a Kerry.

Pero lejos de sanciones contra Brasil, subrayaron, Estados Unidos refuerza su ayuda al país suramericano, apuntando a la renovación en 2015 de un programa de cero aranceles para sus productos importados, unos 2.300 millones de dólares anuales, según el texto.

“Esto no es solo un fracaso de nuestro gobierno, es un acto de crueldad”, señalaron.