El gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC anunciaron el viernes las reglas del próximo alto al fuego en Colombia, mientras buscan superar sus desacuerdos sobre la amnistía para los rebeldes, que han retrasado la firma del acuerdo final de paz.

Desde La Habana, sede del proceso de negociación, las partes dieron a conocer las normas que regirán las 23 zonas donde se concentrarán los rebeldes durante su desarme, como parte del cese bilateral y definitivo del fuego pactado el 23 de junio.

En este protocolo “se establecen de manera clara las fases de planeamiento y ejecución” del proceso, y “los procedimientos específicos y el cronograma que se desarrollará durante el cese al fuego y la dejación de armas”, señalaron en un comunicado conjunto.

La mayor guerrilla de Colombia, en lucha contra el Estado desde 1964, iniciará la concentración de sus tropas para el desarme una vez suscriba, posiblemente en las próximas semanas, el acuerdo de paz.

El pacto final, que incluye seis puntos y que prevé que las FARC se transformen en partido político, deberá ser rechazado o aprobado por los colombianos en un plebiscito cuya fecha será definida después de la firma.

El acuerdo sobre el alto al fuego definitivo, que fue suscrito en junio en La Habana por el presidente Juan Manuel Santos y el jefe máximo de las FARC, Timochenko, encaminó el proceso hacia su desenlace tras casi cuatro años de difíciles negociaciones.

El cese del fuego será verificado por un mecanismo tripartido conformado por el gobierno, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y una misión de la ONU, compuesta en su mayoría por países latinoamericanos.

Este protocolo abre “una perspectiva de avance que permite decir que cada día la meta del acuerdo final se acerca más y más”, destacó Iván Márquez, jefe del equipo negociador de la guerrilla.

– Amnistía y discordia
Las partes también definieron “36 compromisos respecto a conductas y normas que garantizan la no violación de los acuerdos, ni la afectación de la población civil en sus derechos y libertades”, según el texto.

El jefe de la delegación de paz del gobierno en Cuba, Humberto de la Calle, informó que el protocolo del alto al fuego establece que las FARC darán a conocer el número total de sus combatientes ocho días después de firmar la paz.

Las autoridades calculan que la organización rebelde cuenta con unos 7.000 combatientes.

Diez días después de que se suscriba el acuerdo final de paz, las FARC también entregarán “las coordenadas de todos los depósitos o caletas donde se encuentra el armamento inestable. Esto incluye todas las armas y explosivos de fabricación artesanal”, precisó de la Calle.

La guerrilla concluirá el proceso de desarme en 180 días, contados desde la rubricación del acuerdo. Los fusiles y demás armamento serán fundidos para construir tres monumentos.

Las FARC, al saludar el nuevo paso hacia la conclusión exitosa de las negociaciones, advirtieron que la concentración y desarme de sus tropas están condicionados a la expedición de normas que les den garantías jurídicas.

En ese punto, el negociador de los rebeldes, Carlos Antonio Lozada, fue tajante en una rueda de prensa: “Si no hay una ley de amnistía no habrá acuerdo final”.

El gobierno y la organización armada ya pactaron fórmulas jurídicas para juzgar a los militares y rebeldes involucrados en delitos atroces cometidos en razón del conflicto, y acordaron una amnistía para los implicados en acciones menos graves como rebelión y porte ilegal de armas.

Sin embargo, todavía no logran ponerse de acuerdo sobre los delitos políticos conexos que serán cobijados por el indulto y la amnistía.

De la Calle dijo que las delegaciones están “trabajando para esclarecer los criterios de inclusión y exclusión” de la amnistía, y renovó el compromiso del gobierno de presentar cuanto antes al Congreso un proyecto de ley sobre la materia.

Las FARC y el gobierno de Santos se aprestan a cerrar un conflicto de medio siglo que deja millones de víctimas, incluidos 260.000 muertos, tras ponerse de acuerdo en seis puntos:

Problema agrario (origen del enfrentamiento), narcocultivos, reparación de las víctimas, participación política de los rebeldes, el cese definitivo de fuego y refrendación de los convenios mediante plebiscito.