Su cumpleaños 78 encuentra a Alberto Fujimori en la soledad de su celda, donde a diario escribe sus memorias. Con la salud deteriorada y condenado por crímenes de lesa humanidad, el expresidente peruano ha emprendido una campaña en busca del indulto.

En un documento escrito de su propio puño y letra -según confirmó a la AFP una fuente del entorno familiar- Fujimori entregó a través de su defensa el último viernes un pedido de indulto por razones humanitarias, alegando el deterioro de su salud después de casi nueve años en una cárcel de una base policial, especialmente acondicionada para él.

Esta ‘papa’ caliente le recaerá al presidente entrante, Pedro Pablo Kuczynski, quien ya adelantó que es “altamente improbable” que lo indulte, aunque se mostró a favor de una ley que permita a presos como Fujimori cumplir el resto de su condena bajo arresto domiciliario.

En 2013 le fue negado un primer pedido de indulto que solicitó su familia. Y a inicios de este año, el Tribunal Constitucional se declaró en contra de anular el proceso por el que fue sentenciado a 25 años de cárcel, hasta el 2032, cuando cumpliría 94 años.

Fue hallado autor mediato del asesinato de 25 personas -casos La Cantuta y Barrios Altos- a manos de un escuadrón de la muerte, durante su lucha contra la guerrilla maoísta Sendero Luminoso. También de secuestro agravado, por la detención arbitraria de un empresario y un periodista.

“Cada negativa es un nuevo golpe, él se deprime pero se vuelve a levantar”, agregó la fuente. El nuevo informe de la comisión que evalúa su indulto debe salir en dos meses.

Del cáncer a la hipertensión

Fujimori, que gobernó Perú entre 1990-2000 instaurando un régimen autocrático en 1992, tiene días lúcidos y otros de depresión, cuentan sus allegados a la AFP. Los primeros años se dedicó a la pintura, pero problemas en el brazo tras una caída han limitado esta actividad. Por ahora escribe sus memorias en español, tras una primera versión hecha en japonés.

“Es una persona de 78 años. Ha sido operado seis veces de la lengua, tres de ellas eran cáncer de lengua y las otras tres se intervino en el período de lesión premaligna. Ese solo hecho complica la salud. A eso se le añade la hipertensión, gastritis y problemas vasculares”, contó a la AFP su exministro de Salud y médico de cabecera, Alejandro Aguinaga.

Alberto Kenya Fujimori Fujimori, ingeniero agrónomo, nació en Lima el 28 de julio de 1938, día que coincide con la celebración de la independencia de Perú. Así lo declararon sus padres, aunque su nacimiento en Perú se puso en duda durante su gobierno, con versiones que aseguraban que en verdad había nacido en Japón. Nada se probó.

Ostenta la doble nacionalidad por sus orígenes, lo que le permitió refugiarse en Japón cuando renunció a la presidencia del Perú en 2000, en medio de un escándalo de compra de votos de congresistas y de líneas editoriales de medios de comunicación.

También postuló sin éxito al Parlamento japonés, durante su estadía allá. Viajó a Chile en 2005 y luego fue extraditado a Perú en 2007. Desde entonces, permanece encarcelado.

Para sus simpatizantes, Fujimori reencauzó la economía del Perú -tras el catastrófico primer gobierno de Alan García (1985-1990)- y derrotó a las guerrillas que sembraban terror en el país.

Sin apoyo del partido

Según una fuente de su entorno personal, Fujimori ha percibido que, esta vez, la lucha tiene que darla solo. “Él es consciente de que ni su hija, Keiko Fujimori, ni Fuerza Popular (partido fujimorista) van a hacer mucho por él, porque no les conviene políticamente promover el indulto. No sólo está preso sino cada día más solo”, dice la fuente.

Pese a que Keiko, su heredera política, perdió la elección contra Kuczynski, el fujimorismo consiguió 73 de los 130 escaños en el Parlamento, frente a los 18 de Peruanos Por el Kambio, partido del nuevo presidente.

Para el director de la consultora política Vox Populi, Luis Benavente, el fujimorismo es hábil en manejar la victimización y el discurso populista y considera que en algún momento Fuerza Popular utilizará el tema para negociar. “No quieren la prisión domiciliaria sino un Fujimori indultado, con todos sus derechos, que haga política y hasta sea candidato”, consideró.

Para Aguinaga, su médico, “hay un claro manejo político” del indulto. Según él, personas condenadas por terrorismo han sido indultadas por temas menores, como hernia o diabetes. “Él tiene el beneficio del indulto”, agregó.