En Sudáfrica, una de las figuras más emblemáticas de la lucha contra el apartheid, Andrew Mlangeni, murió este miércoles a los 95 años. Se trata de la última personalidad de la era Mandela, con quien compartió no solo ideales sino también la prisión de Robben Island.

Falleció este miércoles 22 de julio una de las últimas grandes figuras de la lucha contra el Apartheid en Sudáfrica. Andrew Mlangeni murió en Pretoria -donde había sido internado por dolores abdominales, según la presidencia- a los 95 años. Pasó 26 años entre rejas.

“Soy el dueño de mi destino”, “Soy el capitán de mi alma”: tantas veces Nelson Mandela le leyó estos versos a Andrew Mlangeni, como Mlangeni se los leyó a Madiba, durante los años que compartieron cárcel y celda en la prisión de máxima seguridad de Robben Island.

En la isla-cárcel, a orillas de Ciudad del Cabo, pasaron media vida los conocidos como “Ocho de Rivonia”. Se trata de ocho de los grandes activistas anti-apartheid condenados conjuntamente en el juicio de Rivonia, por traición. Entre ellos estaban Nelson Mandela -quien treinta años más tarde sería el primer presidente negro del país-, Walter Sisulu, Ahmed Kathrada y Andrew Mlangeni.

Se cierra un capitulo de la historia sudafricana

Mlangeni era el último de ellos que quedaba en vida. El más discreto de los “freedom fighters” se ha ido poniendo fin a una generación que será recordada por su coraje, su sacrificio, y su comprometida batalla por la igualdad.

Sudáfrica pasa así una intensa y larga página de su historia, que ha marcado e inspirado al mundo entero y cuya herencia, actualmente, parece desvanecer.

Los tributos a Mlangeni han rociado radios y periódicos nacionales e internacionales, recordando su humildad, su sinceridad e integridad, en una Sudáfrica dividida hoy por clases, con una de la sociedades más desiguales del mundo y una élite política cargada de escándalos de corrupción. Muchos son los que reclamaban hoy más líderes como Andrew Mlangeni.

Fue “el último monumento de una generación valiente de sudafricanos que renunciaron a su libertad, su carrera, su vida familiar y su salud para que todos seamos libres”, reaccionó el Premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu.