Un ataque contra un campamento de la ONU en el norte de Mali dejó 10 cascos azules chadianos muertos y al menos 25 heridos, dijo el secretario general de la organización, Antonio Guterres.

El jefe de la ONU condenó lo que describió como un “ataque complejo” contra el campamento de la misión de paz en Aguelhok, cerca de Kidal.

“Los cascos azules de Chad murieron y al menos 25 resultaron heridos“, dijo en un comunicado el portavoz de Naciones Unidas, Stephane Dujarric.

El grupo yihadista Al Qaida del Magreb Islámico (Aqmi) reivindicó el ataque y afirmó haberlo realizado “en reacción a la visita (el domingo) del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu a Chad” indicó la agencia de prensa mauritana Al Akbar.

Los autores del ataque golpearon a primera hora del domingo en la base de Aguelhok, a 200 kilómetros al norte de Kidal y cerca de la frontera con Argelia, según una fuente cercana a la misión de la ONU en Mali, la Minusma.

“Las fuerzas de la Minusma respondieron con vigor y varios asaltantes fueron abatidos”, dijo Dujarric, sin dar una cifra de muertos entre los atacantes.

El representante del secretario general de la ONU en Malí, Mahamat Saleh Annadif, condenó “el ataque vil y criminal contra los cascos azules”.

Este ataque “ilustra la determinación de los terroristas a sembrar el caos, y esto exige una respuesta contundente, inmediata y concertada de todas las fuerzas para aniquilar la amenaza del terrorismo en (la región del) Sahel”, declaró Annadif.

El país africano acoge a unos 13.000 cascos azules en el marco de esa misión, que comenzó después de que milicias islamistas se adueñaran del norte del país en 2012.

Los yihadistas fueron expulsados de la zona que controlaban por tropas francesas en 2013.

En 2015, el Gobierno de Bamako y grupos armados de la región firmaron un acuerdo de paz para restaurar la estabilidad en Mali. Pero eso no ha logrado poner fin a la violencia de los yihadistas, que también han perpetrado atentados en los vecinos Níger y Burkina Faso.