La justicia egipcia convirtió este domingo en pena en firme los dos años de prisión en suspenso a los que había condenado a una activista de los derechos humanos conocida por denunciar el acoso sexual en Egipto.

Amal Fathi, de 34 años, fue arrestada en mayo tras compartir en redes sociales un video en el que criticaba la falta de acción de las autoridades frente al acoso sexual que sufren las mujeres egipcias.

Fue puesta en detención y en septiembre se la condenó por “difundir informaciones falsas” a dos años de prisión en suspenso, una sentencia contra la que ella apeló.

Este domingo, una corte de apelación confirmó la pena y retiró el beneficio de la suspensión, declaró su abogado, Ramadan Mohamed. Fathi también fue condenada a una multa de 10.000 libras egipcias.

El jueves había quedado en libertad en el marco de otro caso en el que la fiscalía de Seguridad del Estado la investigaba por “pertenencia a grupo terrorista” y “difusión de informaciones falsas”.

Amal Fathi era poco conocida antes de su detención, a diferencia de su marido, Mohamed Lotfy, un activista por los derechos humanos de doble nacionalidad suiza y egipcia que dirige en El Cairo la Comisión Egipcia de Derechos y Libertades, dedicada principalmente a la identificación de las desapariciones forzadas.

Las ONG egipcias e internacionales acusan regularmente a Egipto de utilizar la lucha antiterrorista para reprimir las voces disidentes.