La policía dispersó este domingo una protesta de católicos contra la continuidad del presidente de República Democrática del Congo, Joseph Kabila, tras la misa en la catedral de Kisangani (noreste), provocando heridos, constató un corresponsal de la Agence France-Presse (AFP).

Cientos de feligreses que salían de misa empezaron a manifestarse antes de ser dispersados por las fuerzas de seguridad, que dispararon contra la gente y emplearon gases lacrimógenos.

Al menos dos personas resultaron heridas de bala, según el corresponsal.

Los fieles se replegaron en el recinto de la parroquia y entonaron el himno nacional congoleño.

En el barrio popular de Mangobo, en el norte de Kisangani, los habitantes también salieron a las calles.

Estas marchas fueron convocadas por el Comité Laico de Coordinación (CLC), un colectivo de intelectuales cercano a la Iglesia Católica que reclama que el presidente Joseph Kabila diga públicamente que no será candidato a un tercer mandato, algo que está prohibido por la Constitución del país.

Su segundo y último mandato terminó el 20 de diciembre de 2016 y las próximas elecciones presidenciales están previstas para el 23 de diciembre de 2018.

En Kinshasa, la capital, la marcha fue prohibida pero la policía se puso como objetivo que no hubiera “ningún muerto” en esta tercera jornada de protestas. En las dos anteriores, el 31 de diciembre y el 21 de enero, murieron unas 15 personas, según la Iglesia, dos según las autoridades.