Al menos diez migrantes murieron y un centenar desapareció tras un naufragio frente a las costas de Libia, en el Mediterráneo, indicaron este sábado guardacostas libios.

Por otro lado, los guardacostas italianos anunciaron haber coordinado el sábado el rescate de 1.650 migrantes frente a las costas libias. Según oenegés que participaron en las operaciones, además de ocho que perecieron en el naufragio, dos personas fueron halladas muertas en una lancha.

Los ocho cadáveres encontrados por los libios estaban atrapados en los pliegues de una lancha neumática desinflada, avistada a cinco millas náuticas (más de 9 km) de la costa de Garabulli, comprobó un periodista de la AFP que acompañó a los guardacostas hasta el lugar del naufragio.

El responsable de la guardia costera de la ciudad de Garabulli, a 60 km al este de Trípoli, el coronel Fathi al Rayani, consideró que este tipo de lancha puede transportar hasta 120 personas, así que un centenar de desaparecidos se ahogaron o, en el mejor de los casos, alcanzaron a nado la playa.

Por otra parte, el portavoz de la marina libia, el general Ayub Kacem, informó a la AFP este sábado que “patrullas de la guardia costera de Zawia (a 45 km al oeste de Trípoli) habían interceptado el viernes cinco lanchas neumáticas y dos barcos de madera con 570 migrantes irregulares a bordo”.

Cuando fueron avistadas, esas embarcaciones iban escoltadas por cinco libios en motos acuáticas y dos fuerabordas, uno de los cuales fue neutralizado, precisó Kacem.

Las autoridades libias trasladan a los migrantes interceptados o rescatados por la guardia costera a centros de internamiento, a la espera de devolverlos a sus países de origen.

Muchos vuelven, sin embargo, a sufrir las extorsiones y la violencia de las redes de traficantes de personas en su intento de llegar a Europa.

Esos traficantes aprovechan el caos imperante en Libia desde la caída del dictador Muamar Gadafi en 2011 para llevar cada año a decenas de miles de migrantes hasta Italia, a cambio de grandes cantidades de dinero.

Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), cerca de 61.250 personas llegaron a Italia en lo que va del año, y 1.778 murieron o desaparecieron durante el mismo periodo mientras intentaban cruzar el Mediterráneo.