Una nueva droga triunfa entre los jóvenes en Marruecos, cuyo efecto causa agresividad extrema, euforia y alucinaciones. Su receta es diazepam -comprado en farmacias españolas-, harina, hachís espolvoreado y colorante rojo en gotas: se llama “karkubi”.

Por 20 dirham (menos de 1.500 pesos) cada una, sus consumidores se aseguran “un viaje cósmico y muy barato”, según recoge El Mundo.

El diario español publica varios testimonios de los efectos del fármaco en jóvenes. “Hafiz, un joven estudiante de Derecho en Tánger, se arrancó a mordiscos parte de la piel de la mano derecha porque estaba de fiesta, tomó tres o cuatro pastillas rojas mezcladas con alcohol y le entró paranoia”. Otro consumidor cada vez que toma estas píldoras se autolesiona los brazos.

En la capital económica de Marruecos, Casablanca, el uso generalizado de estas píldoras hace tiempo que causa alarma entre los jóvenes ya que su precio allí no llega a los 800 pesos chilenos.

Los datos oficiales en la ciudad apuntan a que un 20% de los varones y un 15% de las mujeres jóvenes consumen estas “pastillas rojas”: por su precio, el karkubi triunfa en los barrios más pobres mientras el éxtasis, procedente de Argelia, entre los ricos.