Dos sudafricanos blancos que trataron de encerrar a un joven negro en un ataúd quedaron detenidos hasta enero, dispuso este miércoles un tribunal sudafricano en audiencia que congregó a centenares de manifestantes que denunciaban el racismo.

“Ya no pidan su liberación bajo fianza, ustedes quedarán detenidos hasta el 25 de enero de 2017”, fecha de la próxima audiencia, indicó el juez Jongilizwe Dumehleli del tribunal de Middelburg (noreste).

Acusados de agresión y tentativa de golpes y heridas, Willem Oosthuizen y Theo Martins Jackson, ambos de 28 años, comparecieron brevemente en la sala de audiencias repleta, en presencia de la víctima.

Los dos hombres fueron detenidos el lunes en medio de la indignación general provocada por la publicación en internet de un video del incidente, que tuvo lugar el 17 de agosto.

Ahí se ve a la víctima, Victor Mlotshwa, acostado en un ataúd colocado en el suelo. Uno de los acusados trata de cerrarlo a la fuerza, mientras la víctima gime y trata de impedirlo a toda costa.

En una entrevista a la cadena Enca, Victor Mlotshwa dio detalles sobre lo ocurrido.

“Iba retrasado, tomé una vía más rápida para ir a Middelburg. Me acusaron de haber entrado sin permiso a sus tierras. Me golpearon y amarraron y luego me llevaron a una finca cercana”, narró el joven, que llevaba una camiseta con los colores del Congreso Nacional Africano (ANC), el partido en el poder.

“Y ahí me metieron en el ataúd”, añadió.

El miércoles, más de 200 personas reunidas al llamado de los principales partidos de la mayoría y de la oposición sudafricanas, se manifestaron delante del tribunal.

“Prisión perpetua para los racistas” o “El racismo no tiene lugar en nuestra sociedad democrática”, se leía en las pancartas.

Veintidós años después del fin oficial del régimen racista del apartheid y la elección de su primer presidente negro, Nelson Mandela, Sudáfrica se debate todavía con los demonios de su pasado. Las controversias raciales, ampliamente explotadas por la clase política, siguen siendo muy frecuentes.