Muhcin Fikri, un vendedor de pescado de unos 30 años, murió el pasado viernes por la noche aplastado accidentalmente por el mecanismo de apisonamiento de un camión de la basura en la ciudad de Alhucemas, en Marruecos, cuando intentaba impedir que se llevaran su mercancía.

Las circunstancias atroces de su muerte han suscitado indignación en el país y una oleada de manifestaciones en varias ciudades.

Según la policía judicial, la investigación concluyó que el conductor del camión “recibió una señal de un obrero de la compañía (de recogida de basura) para activar” el dispositivo, pese a que Muhcin Fikri y otras personas habían subido a bordo en la parte trasera “para impedir que cargaran el pescado”.

“Entonces el volquete apisonador se puso en marcha (…), provocando así la muerte” de la víctima. La investigación no ha revelado “ninguna orden de agredir a la víctima por parte de nadie” y la fiscalía estima que “los actos cometidos revisten un carácter de homicidio involuntario”.

Investigación

Once personas comparecieron ante un juez de instrucción en Marruecos tras la muerte del vendedor de pescado.

El fiscal general del rey en Alhucemas (norte) anunció en un comunicado haber “decidido enviar ante el juez de instrucción a once personas (…) por falsedad en documento público y por homicidio involuntario, tras el fallecimiento de Muhcin Fikri”.

Entre ellas figuran “dos agentes de la autoridad, el delegado de la pesca marítima, el jefe del servicio de la delegación pesquera marítima y el médico del servicio de medicina veterinaria”, precisa el comunicado del fiscal, citado por la agencia de prensa oficial MAP.