Los combatientes de las FARC que no se acojan al acuerdo de paz con el gobierno de Colombia, quedarán “por fuera” de la organización y no podrán “usar su nombre, armas y bienes”, advirtió este viernes el Estado Mayor del bloque Oriental de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, aclarando que no admiten “disidencias”.

El Comandante Jorge Briceño, que opera en el centro-este del país y es considerado uno de los más fuertes del grupo rebelde, emitió un comunicado en el que advirtió a los guerrilleros que de no cumplir las decisiones de la cúpula deben “hacerlo tomando un nombre distinto”.

“El Estado Mayor Central y su Secretariado son las máximas instancias de dirección y mando en las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo). Sus determinaciones, órdenes y orientaciones son de obligatorio cumplimiento para todos sus integrantes. Declararse al margen de la Dirección pone por tanto a quien lo hace, por fuera” de la organización, aseguró el grupo.

El texto, fechado en las montañas de Colombia, fue divulgado luego de que esta semana se conociera que miembros del Frente Primero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) habían decidido no desmovilizarse una vez se firme el acuerdo de paz que el grupo rebelde negocia desde noviembre de 2012 en Cuba con el gobierno de Juan Manuel Santos.

Los miembros de la FARC, adoptan sus decisiones “por mayoría” y, como luego éstas son de cumplimiento obligatorio, se impide “la conformación de disidencias de cualquier orden”, explicó el comunicado, que fue difundido por el Observatorio de Paz y Conflicto de la Universidad Nacional de Colombia.

Además, detalló que el “sector de mandos y combatientes del Primer Frente” que “decidió renegar de sus principios”, lo hizo basado en manipulaciones internas de algunos cabecillas.

Sobre el actual comandante de esa unidad, Gentil Duarte, las FARC dijeron que integró “hasta hace poco” la delegación de paz en La Habana y está ahora en terreno cumpliendo lo pactado en la mesa de negociaciones.

“Obrando como proceden, esos antiguos mandos y combatientes de las FARC-EP no sólo adoptan un temerario comportamiento contrario a las determinaciones de la Dirección Nacional de las FARC, sino que chocan frontalmente con los anhelos de paz” de Colombia, puntualiza el texto.

El miércoles, el presidente Santos advirtió a los miembros de las FARC que dudan de desmovilizarse, que esta será “su última oportunidad”. “De otra forma terminarán, se los aseguro, en una tumba o en una cárcel”, dijo.

Las FARC, surgidas en 1964 de una sublevación campesina, son la guerrilla más grande del país con unos 7.000 combatientes, según cifras oficiales.

Colombia vive un conflicto armado que ha enfrentado a guerrillas, paramilitares y agentes del Estado, dejando un saldo de alrededor de 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.