La expresidenta argentina, Cristina Fernández, habló en exclusiva con el medio C5N, en donde hizo un análisis profundo de lo que fue su Gobierno y la actual gestión de su predecesor, Mauricio Macri.

A juicio de Fernández, una vez terminado su Gobierno -tras más de 12 años- entregó una Argentina capitalizada, con un nivel de endeudamiento menor al registrado al momento de llegar a la “Casa Rosada”. Pero en cambio hoy, a sólo meses de asumir Macri, la calidad de vida de los argentinos ha disminuido “en forma brutal”.

Hoy, como oposición, afirmó que el rol que deben cumplir está en el parlamento, “como corresponde en una democracia“.

Fernández aseguró que bajo su punto de vista “el Gobierno debe durar 4 años” y en este sentido, “no tendremos un rol de obstrucción como lo hicieron conmigo, sino de construir en conjunto una política que beneficie al pueblo”.

A la vez, aseguró que no se siente perseguida por el Gobierno, los jueces y los medios de comunicación, sino que es un hecho: “yo soy perseguida por todos ellos” puntualizó.

Esta declaración se desprende tras el allanamiento de 11 propiedades de Fernández en la Patagonia, las que, según la justicia, eran arrendadas por Lázaro Baéz y otros empresarios kirscheristas, como pago de sobornos. A cambio de esto, ellos se adjudicaban todas las licitaciones públicas impulsadas por el Gobierno.

Una acusación que a juicio de la exmandataria, es descabellada, ya que una situación como esa jamás se ha realizado en ninguna parte del mundo y si alguna persona asegura que un mandatario puede gestionar un soborno a través de un contrato de arrendamiento, “no entiende nada o tiene una mala fe tremenda“.