A casi un año del cierre de la frontera dispuesto por Caracas, Venezuela y Colombia acordaron ayer jueves “revivir” la cooperación contra el crimen organizado durante una reunión de ministros de Defensa en Caracas.

“Vamos a revivir las reuniones que nos habían quedado pendientes (…), que tienen que ver con el intercambio de información de rutas de narcotráfico, de lavado de activos y demás expresiones criminales”, dijo el ministro colombiano Luis Carlos Villegas.

Aun cuando el gobierno de Nicolás Maduro mantiene restringido el paso limítrofe, Villegas y su homólogo venezolano, general Vladimir Padrino, convinieron “aumentar la presencia” militar en los “pasos informales” fronterizos, con el fin de combatir el contrabando, según una acta de la reunión difundida por la cartera colombiana de Defensa.

Por su parte, Padrino destacó que los gobiernos buscan propiciar una “nueva situación en la frontera” a través del restablecimiento de la cooperación, que había quedado en suspenso después de la decisión de Maduro de impedir la circulación por amplios tramos del área limítrofe del 2.219 km.

“Buscaremos el mejor momento para dar un paso hacia adelante”, declaró el oficial venezolano, al aludir al cierre fronterizo que dispuso Maduro el 21 de agosto de 2015 como parte de un estado de excepción que abarca 24 municipios de los estados de Zulia, Táchira, Apure y Amazonas.

Maduro tomó la decisión tras un ataque de supuestos paramilitares colombianos contra una patrulla militar que dejó tres heridos en la ciudad de San Antonio del Táchira (oeste).

Acompañado de jefes militares y policiales colombianos, el ministro Villegas también se reunió con Maduro al final de la tarde, según imágenes de la televisión oficial venezolana.

Antes del encuentro, el mandatario venezolano anunció su intención de “seguir avanzando en los planes de seguridad binacional” que, según dijo abordó con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en una reunión la semana pasada en La Habana.

Los gobiernos también acordaron este jueves un cronograma de reuniones bilaterales, la primera de ellas el 9 de agosto en la ciudad venezolana de San Cristóbal, en la línea limítrofe.

El cierre de los pasos limítrofes crispó en su momento la relación de Venezuela con Bogotá tras la deportación y éxodo de miles de colombianos.