La comisión de ética de la Cámara de Diputados de Brasil recomendó este martes la destitución del presidente de la cámara de diputados, Eduardo Cunha, investigado por corrupción y estratega del impeachment contra la mandataria Dilma Rousseff.

Los integrantes de la comisión aprobaron por once votos contra nueve, el texto que aconseja la remoción de Cunha por haber “mentido” a la Comisión parlamentaria de investigación sobre un escándalo de sobornos y multimillonarios desvíos en la estatal Petrobras.

Cunha recurrió a insistentes artificios para frenar el procedimiento y la decisión fue sorpresiva debido a la fuerte defensa que había tenido este controvertido legislador que devino en la némesis política de Rousseff, también suspendida y a la espera de una sentencia del Senado por supuesta manipulación de las cuentas públicas.

La resolución se produce una semana después de una solicitud de encarcelamiento de Cunha formulado por el fiscal Rodrigo Janot ante el Supremo Tribunal Federal (STF) en el marco de la investigación sobre Petrobras.

El informe aprobado por la comisión de ética deberá ser votado en sesión plenaria de la Cámara de Diputados, probablemente la semana próxima, y obtener la mayoría absoluta (257 de los 512 legisladores) para ser validado.

Cunha había sido suspendido de sus funciones el 5 de mayo por el STF por obstaculizar las investigaciones sobre Petrobras.

En una nota divulgada a través de las redes sociales, este fino conocedor del reglamento parlamentario aseguró que el proceso en su contra fue conducido “con parcialidad” y “nulidades escandalosas”, por lo que espera que sea derrotado cuando presente recursos ante la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara.

“También confío en que en el plenario tendré la oportunidad de defenderme y revertir esta decisión”, agregó.

Investigaciones contra Cunha

Integrante del PMDB del presidente interino Michel Temer, Cunha es investigado por haber ocultado cuentas bancarias en Suiza, adonde supuestamente desvió fondos de la trama de Petrobras.

También es objeto de otros procedimientos ante el STF por sospechas de corrupción en otros casos ligados al fraude a Petrobras que salpica al conjunto de la dirigencia política brasileña, desde el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva hasta el jefe de la oposición Aecio Neves.

Durante largos meses, Cunha fue el artífice del procedimiento de destitución contra Dilma Rousseff, que condujo hasta su aprobación por una aplastante mayoría de los diputados el 17 de abril pasado.

Adulado por los sectores más conservadores del parlamento y detestado por la izquierda y una gran mayoría de los brasileños, Cunha fue profusamente insultado por los diputados de izquierda en esa sesión: “Canalla”, “delincuente”, “gángster”, “golpista”, le gritaron.

El 12 de mayo Rousseff fue provisoriamente desplazada del poder y fue reemplazada por su vicepresidente Temer, a quien acusa de conspirador.