Una de las preguntas que generalmente se hacen los conductores de un vehículo nuevo al momento de cargar bencina es.. ¿en qué lado está el estanque?

Si bien lo primero que hacemos en este tipo de situaciones es verificar a través de los espejos retrovisores, lo cierto es que existe una solución mucho más simple y que incluso estuvo frente a tus ojos todo ese tiempo… sólo que no lo sabías.

Se trata de una misteriosa flecha que aparece junto al indicador de gasolina. Pues bien, tal como afirman diversos sitios especializados como Actualidad Motor, la ubicación de ésta no es antojadiza ya que indica el lado en el que está la tapa del combustible.

De esta manera si se ubica al costado izquierdo del estanque, la tapa estará en aquel lado. Y si la flecha está en el lado derecho… pues ya te debes imaginar la respuesta.

Motor Pasion
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¿Cómo descubrir si el kilometraje de un auto está adulterado?

La intervención del odómetro o marcador de kilómetros es una estafa más habitual de lo que se cree, aún cuando los dispositivos actuales son digitales y funcionan conectados a computadoras. Pero hay formas de darse cuenta.

Cristóbal de Solminihac, socio fundador de Autofact, entregó anteriormente unas claves al respecto:

1. Registros de kilometrajes: Solicitar registros de posibles servicios que se le hayan realizado al vehículo (revisión técnica, cambios de aceite, mantenciones u otros), los que generalmente incluyen el kilometraje.

2. Chequeo mecánicos básicos: El gasto de algunos elementos del vehículo debe ser equivalente al kilometraje. Si la palanca de cambio, pedales de freno, embrague y acelerador, manubrio y neumáticos están muy gastados, el vehículo ya debe tener bastante experiencia.

3. Uso del vehículo: Si un vehículo fue utilizado en el transporte público, en una empresa minera o en un ‘rent a car’, es posible que el kilometraje de ese vehículo sea mayor al promedio. También el número de propietarios puede dar información.

4. Uso promedio de vehículos: Una persona normal puede recorrer entre 10.000 y 20.000 kilómetros al año. Si se multiplican estos números por el tiempo de uso del vehículo, se puede extraer un rango que permite tener más ojo.