La edad, alcoholismo, tabaquismo, alto consumo de grasas saturadas y un estilo de vida poco saludable, son algunas de las causas que pueden desencadenar problemas a la próstata.
Así lo explica el Dr. Andrés Giacaman, urólogo de Clínica Ciudad del Mar, quien además sostiene que el principal factor de riesgo de desarrollar un cáncer prostático estará altamente ligado a antecedentes de la enfermedad en familiares directos, como padres, hermanos y tíos.
La próstata es una glándula que forma parte de los órganos reproductores masculinos. Está ubicada inmediatamente a la salida de la vejiga, rodeando a la uretra, y su función es producir el líquido seminal.
Durante todo el desarrollo de la vida de un hombre, esta glándula experimentará diversos cambios en su tamaño, alcanzando en la pubertad un peso de 20 a 25 gramos y luego de los 40 años, por razones aún desconocidas, puede llegar a expandirse y pesar hasta 200 gramos.
De acuerdo a lo explicado por el Dr. Giacaman, al crecer, la glándula prostática estrangula a la uretra y no deja que la orina salga con la fuerza que normalmente lo hace en un hombre joven, siendo éste el primer síntoma de un problema. Posterior a esto, el paciente puede experimentar aumento en la frecuencia miccional, urgencia miccional, incontinencia urinaria, ardor al orinar e incluso sangre en la orina.
Entre los problemas más comunes relacionados con la próstata encontramos la hiperplasia prostática, enfermedad que se da en todos los hombres y dice relación con el crecimiento natural y benigno de esta glándula. No obstante, el desarrollo de un cáncer también puede afectar a la próstata, presentándose preferentemente en hombres sobre 40 años.
Así lo destacó el especialista, quien fue enfático al señalar que los síntomas que produce el cáncer de próstata son los mismos que pueden observarse en la hiperplasia prostática. Por esta razón, es sumamente relevante que todo hombre mayor de 40 años acuda a lo menos una vez al año a control con un urólogo.
En cuanto a la evaluación del paciente, el Dr. Giacaman comentó que ésta incluirá un examen físico, a través del tacto rectal y un examen de laboratorio, llamado antígeno prostático específico, el cual se obtendrá de una muestra de sangre. Sólo estos dos exámenes permitirán hacer la diferencia entre una hiperplasia prostática y un cáncer.
Cabe señalar que la ecotomografía o escáner sólo servirán para analizar el tamaño prostático y el vaciamiento de la vejiga. Mientras que si el tacto rectal o el antígeno prostático específico están alterados, es necesario recurrir a una biopsia prostática para determinar si el paciente es portador o no de un cáncer a la próstata. A la fecha no existe ningún otro método que sirva para realizar este diagnóstico.
Tratamiento para el cáncer de próstata
Si un paciente es diagnosticado con cáncer de próstata, su tratamiento variará de acuerdo a su edad y a la evolución de dicho cáncer, el cual podría ser localizado o avanzado, pudiendo optar a un tratamiento quirúrgico o por radioterapia.
De acuerdo al Dr. Giacaman, en hombres menores de 70 años, con cáncer localizado y sin metástasis, la primera elección será la cirugía radical de la próstata. Esta técnica quirúrgica consiste en extirpar la próstata en su totalidad, las vesículas seminales y los ganglios linfáticos. En cuanto a las complicaciones derivadas de esta cirugía, se encuentra la incontinencia urinaria y/o impotencia sexual. No obstante, hoy en día con técnicas estandarizadas, dichos factores se han reducido al mínimo.
Por otro lado, el mismo paciente podría tratarse con radioterapia. El problema radica en que si el cáncer vuelve a aparecer, el paciente no podría ser operado. Por el contrario, si la persona fue sometida a una cirugía y luego necesita aplicar radioterapia para combatir nuevamente el cáncer, no se generaría ningún inconveniente.
Respecto de los pacientes mayores de 70 años o con un cáncer avanzado, el tratamiento puede centrarse inicialmente en la observación, donde se controla a la persona viendo la evolución de sus antígenos prostáticos. Otra alternativa es acudir a la hormonoterapia, instancia donde se produce el bloqueo de la hormona testosterona. Si bien con esta opción el cáncer no se curará, la velocidad de crecimiento disminuirá considerablemente.
Es importante señalar que tanto el cáncer de próstata en personas de 15 años y más, como el tratamiento de la hiperplasia benigna de la próstata en personas sintomáticas, están incluidos en las Garantías Explicitas en Salud (GES).