El expresidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Sergio Jadue, tenía todo preparado para salir de Chile tras el escándalo de corrupción de la FIFA, precisamente desde el día en que ocurrieron los hechos.

Según detalla la revista Que Pasa -que tuvo acceso al informe completo de la auditoría forense de Deloitte encargada por el actual directorio del ente rector del balompié nacional para investigar las irregularidades de la administración anterior, solicitada a la Brigada Investigadora de Lavado de Activos metropolitana (Brilac) de la PDI tras ser incautado por petición de los fiscales de Alta Complejidad de la Fiscalía Oriente-, el calerano comenzó a idear su plan de escape, con ayuda de sus dirigentes más cercanos.

En la noche del 27 de mayo de 2015, Óscar Fuentes, exsecretario ejecutivo de la entidad, partió a Estados Unidos tras recibir instrucciones desde Suiza. Horas antes, dirigentes de la Conmebol y la Concacaf fueron detenidos por la policía estadounidense y la FBI en Zúrich, en medio de la investigación la fiscal Loretta Lynch sobre sobornos en derechos de transmisión de partidos de las Copa América 2015, 2019 y 2023, más la Copa América Centenario 2016.

La función de Fuentes, quien viajó junto al abogado José Pablo Forteza, del estudio jurídico Insunza Abogados, era iniciar las gestiones para contratar asesoría legal en Nueva York, ciudad donde estaba radicada la causa. Tras diversas negociaciones, con presencia de Jadue incluida y donde se consiguieron propuestas de tres estudios, se llegó a un acuerdo el 24 de junio con Chaffetz Lindsey, tanto con la ANFP como persona jurídica y con el calerano como persona natural.

Asimismo, el contrato estipulaba una cláusula, la que garantizaba la continuidad de la asesoría durante el periodo que trascurriera el caso, independiente del cargo de Jadue, ante la posibilidad que perdiera la testera de la ANFP, lo que finalmente ocurrió.

El pago por la primera parte de la asesoría tuvo un saldo de US$ 250.000, de los cuales US$ 125.000 se pagaron inicialmente, mientras que el restante se entregaría 30 días después. La investigación no encontró registro de la segunda cuota.

De los US$ 125.000 ($81.750.000), se pagaron a través de Guiñazú Transfer en dos operaciones, donde la segunda (US$ 105.000) fue liderada por Fuentes y Forteza, quienes coordinaron la solicitud y entrega del monto. Lo anterior contó con la participación de dirigentes como el secretario general Nibaldo Jaque, el gerente general Rodrigo Grümberg, el director Mauricio Etcheverry y el contador Leonel Galaz, además del propio Jadue.

Cabe señalar que Chaffetz Lindsey no fue el único estudio jurídico con que la ANFP se asesoró. La entidad pagó US$ 50.000 ($34.377.000) en octubre de 2015 a la estadounidense Fox Horan & Camerini LLP. A su vez, firmó con los nacionales Amalfi, representada también por el abogado Matías Insunza, mediante tres contratos (por un total de $71.932.130), donde el primero fue pactado el 10 de junio de 2015.

Por último, es preciso consignar que respecto a los viajes que se realizaron a Estados Unidos desde el 27 de mayo a 9 de noviembre de 2015, Deloitte comprobó la compra 35 pasajes, los cuales habían sido revelados en el anterior informe. La Federación le pagó cuatro boletos a la señora de Jadue, María Inés Facuse; tres a su hijo Nicolás y seis a Maricarmen Larco, “empleada doméstica” de la familia, como se desprende del informe.

El archivo de 525 página detectó otros antecedentes reveladores, como la “distribución irregular de los dineros del CDF”, “cheques extraviados” y “grandes cifras que la ANFP dejó de ganar por contratos publicitarios sin licitar”, señaló Que pasa, los cuales se entregarán en la edición de mañana.