"Me resultó difícil lidiar con mis miedos y por eso estuve indeciso durante tanto tiempo", aseguró el volante alemán Joshua Kimmich, luego de anunciar que se vacunará contra el Covid-19, luego de sus polémicas declaraciones poniendo en duda la inoculación.

El futbolista alemán del Bayern Múnich, Joshua Kimmich, anunció este domingo que se vacunará contra el Covid-19 tras la polémica que causó su negativa inicial, según informó la emisora alemana ZDF.

“En general me resultó difícil lidiar con mis miedos y preocupaciones, y por eso estuve indeciso durante tanto tiempo”, reconoció el jugador a la cadena pública de televisión.

El versátil volante desató un amplio debate a nivel nacional cuando confirmó en octubre que aún no se había vacunado debido a la preocupación por los efectos a largo plazo.

Luego estuvo en cuarentena cerca de un mes por haber tenido contacto estrecho con personas infectadas y posteriormente por contraer el virus. Ahora ha dado negativo en las pruebas, pero no está en plena forma debido a las secuelas, por lo que no volverá a jugar este año.

“Estoy contento de que mi confinamiento provocado por el Coronavirus haya terminado. Me encuentro muy bien, pero todavía no puedo entrenar a tope debido a unas ligeras infiltraciones en los pulmones”, comentó el jugador de 26 años en un comunicado.

Su último partido fue el 6 de noviembre, ya que se perdió los encuentros del elenco bávaro en todas las competiciones y también dos partidos de clasificación de Alemania para el Mundial 2022.

Hasta hace unas semanas, Kimmich y otros cuatro jugadores del Bayern Múnich estaban sin vacunar y no cobraron el sueldo durante el periodo en que estuvieron en cuarentena por el contacto con personas infectadas. Además de que las declaraciones suscitaron polémica en un país que está luchando por aumentar las tasas de vacunación entre la población.

Algunos argumentaron que los futbolistas encarnan modelos de conducta a seguir y que por tanto debían vacunarse, y otros se preguntaron por qué los deportistas no vacunados podían jugar mientras que a los espectadores sólo se les permitía entrar a algunos estadios si estaban vacunados o recuperados de la enfermedad.