El futbolista profesional está acostumbrado a convivir con el error y la fortaleza mental para reponerse rápido a los distintos golpes en la carrera es casi tan importante como el talento, pero al joven Aster Vranckx le va a llevar un tiempo entender y explicar el gol que se perdió este sábado en la derrota de su equipo, el KV Mechelen, frente al Oostende por la fecha 5 de la Liga de Bélgica.

La insólita jugada que recorrió el mundo se dio a los 22 minutos del segundo tiempo cuando el partido estaba igualado sin tantos. Tanto el defensor como el arquero rival hicieron todo lo posible para que sea gol y, tras un rebote en el travesaño, la pelota le quedó servida al joven mediocampista de 17 años, quien sin oposición y a escasos centímetros de la línea de gol, tenía tiempo y espacio para empujarla al fondo del arco con tranquilidad y romper el cero.

Sin embargo, escogió no definir de primera, la paró de pecho para controlar el balón y asegurarla con un toque suave: grave error.

Cuando intentó patear no hizo más que enredarse con la pelota, pisarla, caerse y tirarla afuera ante la incredulidad de todo el estadio y del propio Vranckx, que a esa altura quería que se lo tragara la tierra.

Además, como si el destino se hubiera ensañado con él, su equipo terminó perdiendo 1-0 por un gol en el minuto 95 para el Oostende de Jack Hendry.