El nombre del volante bosnio Miralem Pjanic acapara los medios deportivos. Y es que el volante se convirtió en nuevo jugador del Barcelona, luego del trueque entre los catalanes y la Juventus, que ficharon al brasileño Arthur.

La carrera y vida del ‘pianista’, sin embargo, pudo ser muy distinta debido a la guerra que, en la década de los 90′, marcó a los países de los Balcanes (Guerra de Yugoslavia).

Fahrudin, padre de Miralem, era consciente de que un problema bélico estaba muy cerca. Entonces, era jugador del FK Drina Zvornik, de la Tercera División Yugoslava, y había visto las tensiones políticas y sociales existentes en sus viajes.

Por lo mismo, estaba decidido a salir del país junto a su esposa y recién nacido hijo. Encontró ayuda con unos amigos en Luxemburgo, quienes lo contactaron con el Schifflange, un club semiprofesional que le ofreció un contrato.

Para irse, necesitaba la venia del Zvornik y los documentos necesarios que el club debía facilitarle, lo cual resultó más difícil de lo esperado.

Según replica Be Soccer, el padre de Miralem fue a hablar en dos ocasiones con la secretaría de su equipo, pero obtuvo un contundente “no” como respuesta en ambas ocasiones.

Ante esta situación, fue Fátima, esposa de Fahrudin quien decidió ir a hablar al club con su hijo en brazos, esperando convencer a la directiva del Zvornik.

“Mi madre quería que nos fuéramos a toda costa, pero aún así el club dijo que no”, relató hace un tiempo el ahora volante del Barcelona.

“Entonces empecé a llorar. Le molestó tanto a la gente que nos atendió que, finalmente, dijeron: ‘Está bien, lo haremos solo por este pequeño niño"”, agregó Miralem a su relato.

La mudanza finalmente se llevó a cabo y la familia Pjanic estuvo a salvo de la guerra.