Cuenta la historia que el 26 de febrero de 1992 una gran parte de Rosario parecía estar de luto. Ese día uno de los dos equipos de fútbol más importantes de la ciudad, Newell’s Old Boys, fue humillado en un duelo de Copa Libertadores.

El cuadro ‘rojinegro’, campeón de Argentina en ese entonces de la mano de un joven Marcelo Bielsa en la banca, fue vapuleado en casa 6 a 0 por otro elenco trasandino: San Lorenzo de Almagro.

El resultado fue un verdadero desastre para el ‘Loco’ en su debut internacional con el equipo de su vida. La imagen de él un año antes celebrando el título sobre los hombros de un dirigido y gritando “Newell’s, carajo” se vio fuertemente empañada.

La mayor prueba de ello fue que un grupo de la barra brava rosarina planeó ir a ‘apretar’ al entrenador a su propia casa. Según cuenta la leyenda, una veintena de esos hinchas, probablemente los más violentos de todos, llegó al hogar del DT para pedir explicaciones en persona.

Cánticos, gritos, amenazas, de todo se escuchaba en el exterior de la vivienda. El dueño de su casa, por su parte, hizo caso omiso… al menos los primeros minutos. Todo cambiaría radicalmente en cosa de segundos.

Bielsa con Newell's
Bielsa con Newell’s

“Si no se van ahora mismo, saco el seguro y se las tiro”

Marcelo Bielsa era un tipo muy radical, al menos en sus inicios. Eso mismo lo llevó a encajar el mote de ‘Loco’ y, ese día, demostró que el apodo no le quedaba tan mal.

Cansado de la inesperada y poca grata presencia fuera de su casa, el director técnico decidió tomar cartas en el asunto: granada en mano -vaya uno a saber de dónde la obtuvo- se dirigió a donde estaban los manifestantes.

“Si no se van ahora mismo, saco el seguro y se las tiro”, expresó el técnico, como consignó en 2003 el medio El Universo de Uruguay en una titulada ‘Marcelo Bielsa, el hombre de la granada en mano’.

El hecho dejó ‘helado’ a los fanáticos, recuerda la ya citada crónica. “Más estupefactos que después del sexto gol de San Lorenzo, los hinchas se quedaron paralizados primero y comenzaron a retroceder, después. Bielsa, amenazante, avanzó lentamente al principio y terminó corriéndolos varias cuadras, siempre empuñando la granada”.

El episodio también fue rememorado por el periódico La Nación de Argentina. “En 1992, traer perder Newell’s por 6 a 0 con San Lorenzo en la Copa Libertadores, un grupo de barrabravas se plantó en la puerta de la casa de Bielsa para increparlo. Poco duró el apriete porque el entrenador los espantó con una granada en la mano. O algo parecido, pero mejor creerle”, acotó.

Bielsa con Newell's
Bielsa con Newell’s

“Podíamos esperar que saliera con una escopeta, pero nunca con una granada”

Tras el debut espantoso, ese Newell’s terminaría concretando una notable campaña en la Copa Libertadores.

El cuadro ‘leproso’ no tuvo mayores problemas para avanzar a la fase eliminatoria, donde pudo dejar en el camino a Defensor Sporting, San Lorenzo y América de Cali, respectivamente.

En la gran final de la cita continental, el equipo de Bielsa fue superado ajustadamente por el Sao Paulo. El campeón se decidió en penales.

Eso sí, más allá de las diversas hazañas del plantel, muchos en Rosario recuerdan más esa edición de la Copa por la ‘locura’ de Marcelo Bielsa de enfrentarse y terminar ‘corriendo’ a los barristas.

“Uno de los perseguidos que relató la anécdota a la prensa rosarina decía: ‘Podíamos esperar que saliera con una escopeta, pero nunca con una granada’“, escribió El Universo. Y sí, fue el día que Bielsa estuvo más ‘Loco’ que nunca.

Bielsa con Newell's
Bielsa con Newell’s