La Roma se clasificó para los dieciseisavos de final de la Europa League como segundo clasificado de un grupo J en el que la gran sorpresa la dio el líder de la Bundesliga, el Borussia Mönchengladbach, eliminado por el Basaksehir turco.

Al equipo romano le bastaba el empate en el Olímpico contra el Wolfsberger austriaco, que estaba ya eliminado, e incluso la derrota siempre que el Basaksehir no ganase en Alemania.

Y la Roma se limitó a cumplir con lo mínimo, con un empate a dos goles en el que el argentino Diego Perotti de penal (7) y el bosnio Edin Dzeko (19) marcaron para los locales.

Un gol en contra de Alessandro Florenzi (10) y otro del delantero israelí Shon Weissman (64) permitieron al modesto Wolfsberger llevarse un punto de prestigio de la capital italiana.

En Alemania, solo el triunfo daba la clasificación al Basaksehir turco, pero el objetivo no parecía fácil ante el líder de la poderosa Bundesliga.

Más complicado se puso incluso cuando el francés Marcus Thuram, hijo del campeón del Mundo-1998 Liliam Thuram, adelantó a los germanos poco después de la media hora de juego (33).

Pero Irfan Kahveci (44) y el francés Enzo Crivelli (90) volteraron el partido con sus goles y dieron la clasificación a los turcos.