El fútbol de Ucrania fue protagonista de lamentables escenas que empañaron una nueva semana de competencias en el fútbol europeo.
Durante el partido que disputaron Shakhtar Donetsk y el Dinamo de Kiev, los jugadores brasileños Taison y Dentinho fueron víctimas de ataques racistas por parte de la hinchada visitante.
Cuando se jugaban los últimos minutos del encuentro, Taison fue a disputar un balón cerca del área rival y cometió una falta. Tras el pitazo, aprovechó la pausa para tomar el balón, lanzarlo hacia el sector de la tribuna visitante y levantarles el dedo del medio.
El árbitro no tuvo más remedio que expulsarlo ante la incredulidad y desazón del jugador, que se retiró de la cancha con lágrimas en los ojos y siendo acompañado por futbolistas de su equipo y rivales.
A través de su Instagram, el brasileño se descargó tras vivir la triste e inaceptable situación y recalcó que ‘jamás me quedaré callado ante un acto tan inhumano y despreciable”.
El capitán del Shaktar, recalcó que “¡Mis lágrimas eran de indignación, repudio e impotencia! ¡Impotencia por no poder hacer nada en ese momento! ¡Pero desde el principio se nos enseña a ser fuertes y luchar! ¡A luchar por nuestros derechos y por la igualdad!.
“En una sociedad racista, no es suficiente no ser racista, ¡debemos ser antirracistas! ¡El fútbol necesita más respeto, el mundo necesita más respeto! ¡Gracias a todos por los mensajes de apoyo! Seguimos la lucha”, finalizó.
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