Manchester City sufrió un duro tropiezo en la Premier League. Los dirigidos por Josep Guardiola cayeron por 3-1 en su visita al Liverpool y se alejan cada vez más del liderato.

En Anfield Road, los ‘ciudadanos’ tuvieron un buen comienzo de partido pero sufrieron con la efectividad del Liverpool, que antes de los quince minutos ya vencía por 2-0 con goles de Fabinho y Salah.

Fue justamente en ese comienzo que se vivió una jugada crucial. El VAR no estimó una mano de Alexander Arnold en el área que pudo cobrarse con la pena máxima.

En la segunda fracción se volvería a repetir la historia. Sterling se adentró por el sector izquierdo y el balón volvió a chocar en la mano del defensor. Quedaban diez minutos para el final y con un gol el City se volvía a meter en partido.

El juez del encuentro, Michael Oliver, desestimó la jugadas y dejó seguir. Fue cuando Guardiola explotó. Se acercó al asistente y le enrostró efusivamente que no había cobrado dos penales, además le apuntaba hacia la cabina del VAR.

Tras el pitazo final, el español se acercó al centro de la cancha y volvió a demostrar su enojo por el rendimiento del juez principal. En el saludo protocolar, le estrechó la mano y de forma muy irónica le dijo ‘Muchas gracias’ en dos ocasiones.

También tuvo palabras para los ayudantes y por lo que se aprecia en el registro, es muy probable que no haya sido para felicitarlos.

Cabe destacar que con este resultado el Liverpool es líder solitario con 34 unidades. Lo sigue el Leicester a ocho puntos de distancia y el Manchester City a nueve.