En la victoria de la selección de México sobre su similar de Paraguay por 4 goles a 2, se vivió una atípica situación que sacó más de alguna risa en los espectadores y hasta en el mismo Gerardo Martino.

A los 44 minutos de juego, justo antes de que se acabara el primer tiempo y cuando México ya ganaba por 3-0, la pelota salió por un costado y le quedó justo a Eduardo Berizzo, que la golpeó de primera con la intención de reanudar el juego lo antes posible.

Pero el exentrenador de O’Higgins de Rancagua calculó mal y le apuntó justo a la cabeza de Martino, que estaba dando indicaciones a sus jugadores y no se percató de que la pelota venía justo a su cabeza.

Cuando el “Tata” se giró, ya tenía el balón encima. Pese a intentar evitar el pelotazo, no logró zafar que la pelota lo impactara en la frente, y le pasara a llevar los anteojos que llevaba puestos. Producto de eso, se le hizo una herida en su rostro.

Pese a que Gerardo Martino terminó sangrando, ambos entrenadores se abrazaron luego del altercado, que quedó en nada más que una desafortunada broma.

Finalmente los mexicanos lograron revalidar el buen fútbol mostrado ante Chile, y vencieron a los sudamericanos por 4-2.