La futbolista australiana, Tayla Harris, es la protagonista de un lamentable escándalo que sacude al balompié y a la sociedad del país oceánico.

Resulta que la jugadora de 21 años recibió un montón de mensajes homofóbicos y sexuales en una fotografía de ella que subió el medio Channel 7, en la que se aprecia a la delantera en un salto con una pierna en alto tras un remate.

Según consigna El País, la cantidad de reacciones ofensivas a la imagen fueron tantas, que el canal decidió eliminar la fotografía, aunque después rectificó su decisión y volvió a publicarla junto a una disculpa. En tanto, a raíz de los mensajes, la deportista aseguró ser víctima de abuso sexual.

Harris declaró en una entrevista que lo que leyó en las redes sociales fue abuso sexual, porque “eran comentarios repulsivos de contenido sexual”, que hicieron que se sintiera incómoda. La futbolista pidió que se adopten medidas contra la difusión de ese tipo de mensajes en Internet.

La jugadora incluso recibió el apoyo del primer ministro australiano, Scott Morrison, quien ha calificado a los usuarios que han hecho esos comentarios como “gusanos cobardes que actúan con un odio que les disminuye como personas”.

Tras esto, fue la propia deportista quien publicó la comentada imagen en su cuenta de Twitter, con el mensaje “aquí una foto mía trabajando… Piensen en ello antes de realizar sus comentarios despectivos, animales”.

El apoyo recibido por Harris derivó en que la jugadora decidiera no presentar una denuncia y confía en que la repercusión del incidente haga que los abusadores en las redes sociales recapaciten.

“Me parece bien que comenten y critiquen mi fútbol, pero fueron comentarios muy inapropiados, comentarios que mi familia leerá”, indicó la futbolista.

“El apoyo que he recibido ha sido fenomenal. Creo que ha callado a cualquiera que haya hecho un comentario así”, sentenció Harris.