La llegada de los petrodólares al fútbol produjo un impacto que aún no puede dimensionarse en su totalidad. Los fichajes de los jugadores se han disparado en forma estratosférica y la FIFA debió ser más estricta con el Fair Play financiero para frenar estas prácticas.

La llegada de Nasser Al-Khelaifi y los capitales de Qatar al PSG han significado una verdadera revolución en el fútbol europeo. En su afán por convertirse en el club más poderoso del mundo y ganar la Champions League, los parisinos llevan gastados casi 1170 millones de euros en
fichajes
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Pero sin duda, la temporada 2017-2018 fue la que más impacto causó, luego de que Neymar sorprendiera al mundo y dejara el Barcelona para recalar en Francia. A su llegada también se sumó la de Kylian Mbappe, a quienes muchos consideran el heredero del trono al mejor jugador del mundo.

En una acción que pocos clubes grandes de Europa realizan, el PSG entregó sus cuentas oficiales del 2018, reflejando el efecto que provocó la llegada al club de estos dos astros del fútbol mundial.

Los resultados hablan por si solos y reflejan la gran jugada comercial que realizaron los dueños del PSG a pesar del alto costo de la transferencia de ambos jugadores.

El club vendió más de 800.000 camisetas en la campaña 17-18, lo que supone un incremento del 80% en relación a la campaña 16-17, la última sin Neymar y Mbappe, donde se vendieron 127.233.

Además , los ingresos del club alcanzan los 540 millones, cinco veces más que en el primer año de 2011, cuando el club pasó a manos del fondo qatarí.

De esta forma, el PSG puede igualarse en cuanto a lo comercial a los grandes clubes de Europa como Manchester United, Barcelona y Real Madrid aunque aún debe demostrarlo en lo estrictamente deportivo.