El domingo pasado en el fútbol inglés, se vivió un lamentable hecho de violencia durante un partido de la segunda división.

Se jugaba el clasico entre Birmingham City y Aston Villa cuando un hombre invadió el terreno de juego para asestarle un puñetazo por detrás al jugador Jack Grealish, cuando sólo habían transcurrido 10 minutos de juego.

Por fortuna, el incidente no pasó a mayores y el responsable fue detenido rapidamente por los encargados de seguridad. Por su parte, Grealish, capitán de Aston Villa, fue la figura del partido y anotó el tanto de la victoria.

Un día después de los sucesos se conoció la condena para Paul Mitchell, aficionado del Birmingham. El hombre de 27 años deberá pasar 14 semanas en prisión y se le prohibió el ingreso a los estadios por diez años. El club del aficionado también condenó los hechos y lo suspendió de por vida.

Según consigna The Guardian, la magistrada Alison Fisher le dijo “Este fue un ataque sin provocación contra un futbolista que realizaba su trabajo frente a 23,000 espectadores y miles de espectadores en televisión, incluidas las familias”.

“Notamos que te hiciste responsable de tus acciones, pero este tipo de comportamientos no se pueden tolerar, por lo mismo, esta sentencia actuará como un elemento disuasivo y como mensaje al público, fanáticos y jugadores como el señor Grealish, que deberían estar seguros todo el tiempo”, concluyó.