Las agresiones entre futbolistas dentro de un campo de juego son muy frecuentes. A pesar de las nuevas tecnologías que se implementan en las ligas más importantes del mundo, se trata de una acción que no se ha logrado erradicar.

Sin embargo, lo ocurrido durante el partido entre el C. D.Miralbueno y el Alfajarín C. F en la segunda regional de Aragón podría macar un precedente y servir de ejemplo sobre lo que no se tiene que hacer.

El pasado dos de septiembre, Alejandro M.T. del Alfajarín le propinó un fuerte codazo en la cara a Johnny M. El resultado fue expulsión inmediata y posteriormente, la Federación de Fútbol de Aragón lo suspendió por dos años fuera de las canchas.

A pesar de las sanciones, el incidente no está cerrado y el agresor se enfrenta a una pena de cárcel de 3 años, luego de ser encausado por un delito de lesiones graves.

El día en que ocurrieron los hechos, la víctima de 22 años debió ser trasladada de urgencias a un hospital donde fue intervenido por una fractura facial y maxilar.

El parte médico refleja la violencia del golpe:tenía una fractura en el tabique nasal y necesitó implantes de titanio en el pómulo.

A pesar de que el acusado declaró que se trataba de un ‘hecho fortuito’ , la víctima del codazo insiste en que todo fue intencionado y que además aún está en tratamiento tras las graves secuelas que dejó el altercado.

Hasta el momento, ambos involucrados han prestado declaración de los hechos, a la espera del testimonio del árbitro del partido, factor clave para la sentencia del acusado, que podría ver truncada su carrera y su vida por la calentura de un momento.