Para muchos, Edson Arantes do Nascimento es el mejor jugador de la historia. Sus cientos de goles (algunos dicen que más de mil), gran salto, rapidez y capacidad de gambetear, entre otras cosas, lo dejaron en la historia grande del fútbol mundial.

La figura del exjugador brasileño se ha ido acrecentando con el tiempo. Pese a deslumbrar en sus pasos por el Santos brasileño y el New York Cosmos de Estados Unidos, ‘O rei’ se retiró muy temprano de la selección brasileña.

En 1971, tras 91 partidos oficiales, 77 goles marcados y con solo 30 años de edad, Pelé se retiraba definitivamente de la ‘verdeamarelha’.

El crack brasileño es un personaje muy importante en la historia del fútbol. No solo deportivamente, sino que también en política. El jugador fue quizás la mejor herramienta de influencias de Joao Havelange, expresidente de la Confederación brasileña y posteriormente de la FIFA, donde estuvo 24 años. El empresario falleció en 2016 en medio de acusaciones de sobornos, cohecho, lavado de dinero y fraude, entre otras cosas.

Otro aspecto que explica el prematuro retiro de ‘O rei’ del ‘scratch’, es que en 1971 el país brasileño estaba bajo la dictadura militar liderada por Humberto de Alencar Castelo, pero que en ese momento (1971) estaba en manos del General Emílio Garrastazu Médici.

“En 1971 yo estaba conociendo la verdad de lo que ocurría en mi país. Las torturas, los asesinatos, los desaparecidos. Yo no quería jugar con la número 10 mientras los militares gobernaran el país”, reconoció Pelé a David Yallop, tal como expone el británico en su libro “¿Cómo se robaron la Copa?” (1999).

Según consigna Yallop, la situación habría llegado a un punto límite cuando Havelange quiso hacer un ‘mundialito’ con 20 selecciones en 1972 para poder ganar votos en vista de las próximas elecciones del presidente de la FIFA, donde iba a ser elegido.

El en ese entonces presidente de la Confederación Brasileña tenía relación con los militares que comandaban el país, y en ese momento Pelé ya estaba enemistado con Havelange. El futbolista se negó a participar, por lo que fue una de las justificaciones para retirarse de la selección brasileña.

“Yo quería dejar la selección nacional mientras estaba en forma y en buenas condiciones para continuar jugando si quisiera. Al dejar vacante mi puesto di la oportunidad para que un jugador joven obtuviera la experiencia que necesitaba para jugar el Mundial de 1974”, reconocería años más tarde Pelé.

Finalmente la relación entre Havelange y Pelé nunca se reconcilió. Así se despidió el máximo ídolo de la selección brasileña, tras ganar tres mundiales que le permitieron a la ‘canarinha’ quedarse con el trofeo ‘Jules Rimet’. Si bien siguió jugando en el Santos, y después en el New York Cosmos, no volvió a jugar un partido oficial con la ‘verdeamarelha’.

Más tarde, a principios de los 90’, Pelé iba a denunciar a Havelange de una red de corrupción que tenía en la Confederación de Fútbol Brasileño junto a su yerno, el entonces presidente, Ricardo Teixeira, tal como asegura El Tiempo.