Puso fin a la polémica. El entrenador de la selección sub20 de Venezuela, Rafael Dudamel, zanjó el conflicto desatado el último fin de semana cuando un jugador chileno llamó “muerto de hambre” a uno de sus futbolistas.

Repudio generalizado provocaron las palabras del zaguero Nicolás Díaz, quien, ante la desesperación por una inesperada y dura derrota, agredió verbalmente a su par llanero, Paulo Bonilla.

“Indiscutiblemente que fue un momento amargo, pero no tengo la menor duda que ha sido dentro de la calentura del partido”, afirmó Dudamel en conversación con el CDF.

“Como se lo manifesté al presidente Moreno (ANFP), nosotros somos hombres de fútbol, y sabemos que dentro de la adrenalina hay tantas cosas que en el juego, por la impotencia del resultado, se dicen y que deben quedar ahí, en la cancha”, complementó, acotando que “pasa que la toma televisiva, el momento migratorio que vivimos los venezolanos, hiere susceptibilidades”.

A pesar de que intentó bajar el perfil a lo ocurrido, Dudamel reconoció que “no podemos decir que a nosotros no nos ha movida la fibra, porque es una mentira”.

“Nosotros somos representantes de todo un país, y esto se propagó inmediatamente por redes, medios, y a la gente por su puesto que le molestó”, añadió.

Al ser consultado por una posible denuncia contra el futbolista chileno, el estratega fue contundente: “Intentamos calmar y controlar esto, de la mano con dirigentes y cuerpo técnico de Chile, entendiendo que Nicolás Díaz tiene por delante una carrera con un gran futuro y que nosotros no deseamos sacar provecho en lo absoluto. Lo que tenemos que hacer, tenemos que hacerlo en la cancha”, manifestó.

Dudamel aseveró también que es necesario que los entrenadores cumplan un rol formador, para evitar otro bochorno de este tipo: “Es un llamado de atención para nosotros, que dentro de esta categoría seguimos siendo formadores y que sirva de lección”, recalcó, agregando que “son bien recibidas sus disculpas y que continúe el fútbol, nuestros jugadores más jóvenes están en proceso de crecimiento, de formación ,y tenemos que ser sus guías”.

Finalmente, Rafael Dudamel realizó una hasta ahora desconocida confesión: “Puedo decir que tengo una hija, que vive acá en Chile y que, felizmente, es una ciudadana mas dentro de ustedes”.