El duelo entre Manchester City y el Liverpool por la 21º jornada de la Premier League inglesa se convirtió en uno de los más esperados de la temporada.

Y la visita de los ‘Reds’, líder del certamen, al estadio de los ‘Ciudadanos’, dejó una jugada difícil de creer. Ocurrió a los 19 minutos cuando, tras una gran jugada colectiva, Sadio Mané remató al arco y su tiro dio en el palo, salvándose el elenco local.

Sin embargo, tras el rebote, John Stones quiso despejar el balón del área y le dio un pelotazo a su compañero, el portero Ederson, y el balón ingresaba lentamente al arco, en lo que era un ridículo autogol.

Sin embargo, el defensor inglés alcanzó a reaccionar y evitó el tanto de forma circense, pese a la presión de los rivales y a que el balón ingresó casi en su totalidad a la portería.

Cabe destacar que en la Premier League, los árbitros cuentan con el sistema que les avisa cuando el balón supera la línea de gol, situación que no ocurrió en la mencionada jugada.