El 16 de noviembre de 2003, un joven de 16 años ingresaba por primera vez a una cancha vistiendo la casaquilla del primer equipo del Barcelona. Con la camiseta dentro de los pantalones y en el estadio del Porto en un amistoso contra los ‘Dragones’, entonces dirigido por José Mourinho, jugó su primer partido como profesional Lionel Messi.

Pero a 15 años de ese momento que, para muchos, cambió la historia del FC Barcelona, un par de años antes ocurrió otro suceso que fue igual o incluso más importante que el debut del entonces joven volante: la primera firma de Messi con el cuadro catalán.

En septiembre del año 2000, un Lionel Messi de apenas 13 años desembarcó junto a su familia en el Aeropuerto El Prat de Barcelona. Iba a una prueba en el Barcelona que habían logrado conseguir sus primeros representantes en Argentina, Fabián Soldini y Martín Montero, y su contacto en España, el también argentino Horacio Gaggioli.

La historia dice que lo mostrado por ese joven que apenas llegaba al metro y 40 centímetros impresionó a los veedores del Barcelona pero que, debido a la situación económica del club, entonces en crisis tras la salida de Luis Figo, despacharon a los Messi de vuelta a Rosario con la promesa de un contrato para Lionel lo más pronto posible.

Gaggioli comenzó a apurar una respuesta, con la amenaza de llevar a la pequeña joya a probarse a otro club. Fue en esas presiones, que el 14 de diciembre Gaggioli se juntó con Carles Rexach, entonces secretario técnico del Barcelona, a jugar tenis en el club Pompeia. A ellos, se sumó Josep Minguella, destacado agente de jugadores que, junto a Gaggioli, apuraron a Rexach para contratar a Messi.

Fue entonces que el secretario técnico tomó una servilleta y escribió: “En Barcelona, a 14 de diciembre del 2000 y en presencia de los Sres. Minguella y Horacio Carlos Rexach, Secretario Técnico del F.C.B., se compromete bajo su responsabilidad y a pesar de algunas opiniones en contra a fichar al jugador Lionel Messi siempre y cuando nos mantengamos en las cantidades acordadas”.

Tras ser firmada por los tres, Gaggioli y Rexach oficializaron el documento en una notaría y la familia Messi empezó a preparar su viaje definitivo a Barcelona. El resto de la historia es conocida.

¿Con la servilleta qué ocurrió? Quedó en poder de Horacio Gaggioli, quien actualmente vive en Andorra y guardó el improvisado documento en la caja fuerte de una entidad bancaria.

El representante de jugadores asegura que ha recibido millonarias ofertas por el ‘contrato’ de parte de museos y casas de apuestas, pero él asegura que sólo lo cedería al Museo del FC Barcelona. “Creo que debería estar allí, en un lugar preferencial junto a los balones de oro de Messi, ya que ese papelito es el que le cambió la historia contemporánea al club”, comentó Gaggioli al portal Infobae.

Pese a que el club se acercó al representante hace algunos años, la conversaciones cesaron. Hasta entonces, la servilleta más importante de la historia del fútbol seguirá guardada en una caja fuerte andorrana.