Un nuevo capítulo a la ‘novela’ del jugador torturado y asesinado en Brasil se conoció en las últimas horas.
Esto luego que uno de los seis detenidos por el caso se ‘desmarcara’ de la versión oficial de la familia, y apuntara sus dardos al dueño de casa, Edison Brittes.
Recordemos que Brittes justificó su violento actuar en que debió ‘salvar’ a su esposa de un intento de violación.
La versión de los Brittes además detalla que solo el ‘jefe de familia’, Edison, fue protagonista del asesinato tras bajar del automóvil.
Pero el panorama podría cambiar radicalmente. Eduardo Henrique Da Silva, de 19 años, detenido como cómplice del homicidio, contradijo a todos al admitir que todos bajaron del vehículo con la idea de “castrarlo y no matarlo”, como consigna Mundo Deportivo.
“Después de las agresiones verificadas en la casa, hubo una invitación de Brittes para ir juntos a atar a Daniel. En el camino Edison tuvo otro comportamiento al ver mensajes de Daniel con fotografías junto a la mujer y se alteró, abrió el maletero, todos salieron del coche”, expresó Da Silva.
En la misma línea, el ‘cómplice’ puntualizó que “no quiero entrar en el mérito de los otros testimonios, pero todos salieron para sujetar a Daniel, a hacer la castración o cortar el pene y dejarlo al revés”.
Sin embargo, en ese proceso de golpes y tortura a Correa, “Edison abrió el maletero y sorprendentemente cortó el cuello de Daniel”, complementó.
Un testimonio que, sin dudas, complica a la familia que pretendía que toda la culpa cayera sobre Edison, pero con la excusa de que lo hizo para salvar a su mujer.
Recordemos que otros testigos de la fiesta han dicho que hasta el propio Edison invitó al jugador a acostarse con su esposa. Un caso raro, pero donde todo apunta a que el dueño del hogar será el principal acusado… aunque con varios otros involucrados como cómplices.