Los protestas en Barcelona se intensificaron con la llegada de Argentina. El conjunto dirigido por Jorge Sampaoli está entrenando en el Complejo Deportivo Joan Gamper donde hubo ruido esta semana.

Un grupo de 30 palestinos protestó cerca de las cancha del Barcelona que por estos días es el bunker de la albicelestes. Pancartas, cánticos y una camiseta de Argentina manchada con sangre fueron algunas de las formas de pedir que Lionel Messi y compañía no jugara con Israel.

Según detallan los medios argentinos el partido entre ambas selecciones a jugarse en Jeresulén se habría suspendido.

Husni Abdel Wahed, embajador de Palestina en Argentina, dijo a Olé que “este partido es como que nosotros celebráramos el aniversario de la ocupación de Malvinas, esto sería una aberración, una falta de respecto y una agresión al sentimiento del pueblo argentino”.

El grupo de palestino que protestaba se defendió diciendo que no era una amenaza sino que un símbolo de lo que reclama el pueblo. De hecho reclamaban que si Argentina iba a jugar se convertiría en cómplice del “blanqueo de crímenes de la ocupación israelí”.

Incluso fuera del Joan Gamper gritaron “¡No laven la imagen de Israel! ¡Como dijo Maradona, la pelota no se mancha!”.

Por ahora Argentina piensa en su debut mundialista y solo tendrá como antecedente el 4-0 sobre Haití en La Bombonera. Jorge Sampaoli busca rival con urgencia.