El entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, fue suspendido este viernes con tres partidos por parte de la Federación Inglesa de Fútbol (FA).

El francés, quien además recibió una multa de 45.000 euros, fue castigado por su “mal comportamiento” al criticar a Mike Dean, árbitro del partido que los ‘gunners’ empataron el 31 de diciembre como visitante ante el West Bromwich.

¿Qué causó la molestia? Según informaron fuentes oficiales, el galo se molestó por el gol de penal que recibieron a los 89 minutos, yendo incluso al camarín del árbitro para protestar.

“Lo más frustrante para mí es que esto ya ha pasado muchas veces esta temporada, contra Stoke, Watford, Manchester City y ahora West Brom. Es una coincidencia preocupante”, expresó tras ese duelo.

“No corresponde con lo que sucedió (…) Vio lo que quería ver”, agregó, apuntando a la jugada del penal señalado por dar el balón en el brazo del central Calum Chambers.

A la hora de dar a conocer la sanción, la FA señaló en un comunicado que “el entrenador del Arsenal ha admitido ante la comisión independiente que su lenguaje y su comportamiento hacia el equipo arbitral del partido fueron injuriosos, inapropiados y pusieron en duda la integridad del árbitro”.

Por último, recordar que Wenger ya había sido suspendido en enero del año pasado, por cuatro partidos, luego de empujar al cuarto árbitro durante el partido de la Premier ante el Burnley tras haber sido expulsado por el juez principal.