La lectura de la sentencia del expresidente de la ANFP, Sergio Jadue, se postergó nuevamente (novena vez en cuatro años) tras petición de su abogado. Recordemos que el exdirigente del fútbol es uno de los involucrados en el FIFAgate, donde se investigan varios casos de corrupción.

A petición del abogado defensor de Sergio Jadue, William M. Brodsky, la lectura de la sentencia tiene una nueva fecha: el 3 de noviembre.

En entrevista con Las Últimas Noticias el periodista Ben Kensinger, que sigue el caso desde Estados Unidos, explicó por qué el calerano continúa aplazando la lectura de su sentencia.

Según el reportero, esta situación es común en los casos criminales donde existen muchos acusados y muchos colaboradores, y sólo se necesita el consentimiento mutuo de la Fiscalía y el abogado para hacerlo.

Además, la fiscalía prefiere mantener sin sentencia a sus posibles testigos con ganas de colaborar para minimizar sus penas.

“En este caso, diría que hay dos motivos para otra ronda de aplazamientos. Uno es la apelación de Juan Ángel Napout, expresidente de la Conmebol entre 2014 y 2015, que sigue en pie. Si gana Napout, posiblemente tendrá derecho a un segundo juicio y los fiscales necesitarán los colaboradores para preparar y posiblemente atestiguar”, dijo.

“El segundo es la nueva acusación que salió hace tres semanas sobre exejecutivos de medios en el pago de sobornos por la Copa Libertadores y la Copa América.

“Hasta ahora Hernán López y Carlos Martínez (Fox) niegan culpabilidad y, por lo tanto, existe la posibilidad de un juicio. En ese caso, el testimonio de colaboradores, entre ellos Jadue, podría ser importante. Considerando que el primer juicio en el caso tardó casi dos años para realizarse, es bastante probable que hayan más aplazamientos para Jadue y lo demás”, agregó.

En cuanto a la sentencia que se puede esperar a Sergio Jadue, Ben Kensinger señaló que existe “un rango tremendo de posibilidades. Bajo la ley, las penas podrían ser severas, hasta décadas en los casos de los condenados en este caso. Pero también podrían ser muy escuetas: hubo sentencias sin un día en la cárcel”.